Trabajan a destajo para sus jefes de filas en cada prueba ciclista, les llevan agua cuando la necesitan, comida, marcan el ritmo que más conviene a su líder y muchos trabajos más que no suelen salir en televisión. Su labor es callada, pero muy efectiva. Su palmarés es casi siempre exiguo, detrás de los Mercx, Indurain, Hinault, Contador…ha habido grandes gregarios, aunque no siempre se les ha reconocido su trabajo. Marino Alonso, Aja, Aparicio, Rondón… son algunos de estos grandes ciclistas. Las grandes victorias de sus jefes de filas son en parte suyas, es justo reconocerlo, aunque siempre nos fijamos en los que visten el maillot de líder. Algunos gregarios han pasado a ser líderes de un equipo y para agradable sorpresa han llegado a ganar una de las grandes vueltas por etapas, como es el caso de Carlos Sastre que ganó el Tour de Francia del 2008, un merecidísimo y épico triunfo. Sirvan estas líneas como homenaje a esos grandes ciclistas que dignifican con su trabajo el ciclismo ...