MIENTRAS DURE LA GUERRA
Que Alejandro Amenábar
es uno de los grandes directores de nuestro país no es descubrir nada nuevo, en
su última película trata un tema delicado que, por desgracia ochenta años después
no se ha superado, seguimos a la gresca las dos Españas y una como dijo Machado
nos terminará helando el corazón.
"Venceréis pero no
convenceréis, para convencer hay que persuadir" palabras proféticas de
Miguel Unamuno en el paraninfo de la Universidad de Salamanca en 1936 delante
de Milan Astray y Pilar Polo.
Una
dirección magnífica, un guión sólido y unas
interpretaciones veraces son la columna vertebral de una brillante película.
Profundizar en la contradictoria personalidad de Miguel Unamuno es un reto que
Amenábar supera con creces, cosa que no es
fácil.
Una película equilibrada
mostrando de una manera veraz los hechos y las contradicciones, tanto de unos
como de otros.
Karra Elejalde está
soberbio en su interpretación de Miguel
Unamuno, o la de de Eduard Fernández que se mete en la piel de Milan
Astray que, como único argumento hacia el discurso de Unamuno es el grito de ¡Viva España!, como si los auténticos
españoles solo fueran los que luchaban en su bando, otras interpretaciones de
gran altura son las de Tito Valverde o Nathalie Poza que se rasgan por dentro
con sus ambiciones el primero y la gran pena de la segunda que habla claro
desde el dolor que la consume por
dentro.
"Mientras dure la
guerra" tiene momentos que recuerdan a la actualidad, una España que
siempre está a garrotazos como el cuadro de Goya, dando la triste sensación de
que la guerra todavía no ha terminado.
Amenábar es un maestro
que ha realizado una película imprescindible que todos deberían ver, toda una
lección de historia,objetividad y veracidad.
Alberto
López
Escuer
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