JAURÍA

Estamos ante un teatro-documento impresionante, más si lo ves en Pamplona, donde ocurrieron los hechos de la violación de La manada a una chica de Madrid, los pamploneses vivimos de muy cerca la acción de estos personajes. Una propuesta, la de Miguel del Arco, arriesgada y llena de calidad,  María Hervás,  Álex García, Martíño Rivas, Raúl Prieto, Ignacio Mateos y Fran Cantó forman un gran elenco que está sublime en sus interpretaciones.

Hay escenas en las que se te encoje el corazón y te hierve la sangre  viendo a la atrocidad que cometieron con esa joven la mal llamada manada, pues el titulo de Jauría le viene mejor, fueron auténticos depredadores, que una vez conseguido su objetivo dejaron a la víctima  sola, sin ningún atisbo de preocupación.

Con una escenografía sencilla consigue los efectos deseados en cada momento, como el agobio que pudo sentir la víctima cuando fue violada en ese patio de Pamplona.

«Varios varones con una mujer que en ningún momento mantiene una conducta activa. No hay una sonrisa, ni una mirada, ni una sola palabra. Eso es lo que se ve: Una mujer de rodillas, con cinco hombres rodeándole».

Estas palabras dichas por la Fiscal que se pueden oír sobre el escenario en boca de María Hervás podrían resumir lo que ocurrió esa noche de sanfermines, un hecho atroz muy bien escenificado, sobre el escenario en este caso del Teatro Gayarre, lugar que está a unos centenares de metros donde ocurrieron los hechos que se narran.

Un montaje brillante, con un buen elenco y una dirección maestra.

Alberto López Escuer