Natalia es una
actriz perseverante, siempre formándose para dar lo mejor de sí misma en cada
uno de sus proyectos que son muchos los hechos y los que le esperan en el
futuro. Un sueño para ella es salir ‘Amar
es para siempre’ seguro que lo consigue.
1. ¿Cuándo tuviste claro que podías dedicarte
profesionalmente a la interpretación?
Aprendí a leer
muy pequeña por una estancia larga en el hospital y jugaba a que la vida de los
personajes fuera la mía. Al final interpretar es jugar y yo constantemente daba
vida a mis personajes con mi hermana o mis amigos en el recreo. La verdad es
que me parecía un sueño inalcanzable, pero conforme iban pasando los años de
instituto, no encontraba nada que me llenara para que fuera mi ocupación el
resto de mi vida y el gusanillo de interpretar me seguía llamando. En el último
año de carrera decidí que no podía seguir viviendo una vida que no era la mía y
me apunté a teatro. Pronto rodé mi primer corto y al ponerme delante de la cámara,
lo supe. Era eso, aquello que llevaba buscando toda la vida y que me quemaba
por dentro. No podía ser otra cosa. Así que lo dejé todo y dije, ¡a por ello!
2. ¿Cómo eres como persona, Natalia?
Bueno, creo que
soy una persona empática y bastante sensible, algo que viene bien para esta
profesión, y como buena aragonesa, muy
tozuda. Así estoy, intentando aprovechar cada instante para formarme o trabajar
como actriz, aunque a veces me falten las horas.
3. ¿En qué proyecto estabas trabajando cuando se
declaro el estado de alarma?
En abril
estrenaba una obra en Microteatro por dinero, ‘Ok, boomer’ ,con mi compañía,
fundada junto a Jorgelina Ramírez: Tercer Acto Creaciones. También
teníamos gira planeada con nuestra anterior obra, ‘Luz propia’ y estrenábamos ‘Toxic’
en La Malhablada. Todos esos bolos están aplazados, y en algún momento se
harán, pero duele ver cómo en un momento en que empezábamos a arrancar tan
bien, todo se queda en stand-by.
4. También eres bailarina ¿Que sientes cuando
bailas?
No soy bailarina
profesional, ni mucho menos, pero he hecho gimnasia rítmica desde los 5 años y
luego he bailado muchos años ballet clásico (y sigo haciéndolo siempre que
puedo, aunque sea en casa). Para mí bailar significa libertad, que todo se pare
y sólo exista tu cuerpo colocándose con la música en un ritmo propio. No puedo
vivir sin actuar, pero en las épocas en las que no he podido bailar, también
siento que me falta un trocito de mí.
5. ¿Qué tiene que tener un personaje para que
decidas interpretarlo?
Si el proyecto me
parece interesante y siento que puedo aportarle al personaje lo que necesita,
no dudo en aceptarlo. Cada personaje es un reto, así que siempre estoy abierta
a propuestas que me permitan seguir jugando, aprendiendo y creciendo.
6. ¿Como los preparas?
Suelo leer varias
veces el guión analizando por un lado el recorrido emocional del personaje,
buscando entender qué quiere y qué mueve al personaje, lo que dice y lo que no
dice, y sobre todo, tratando de no juzgarle.
7. ¿Va afectar mucho al mundo de la cultura este
parón que hemos vivido?
Quiero creer que
no en un gran acto de fe, pero soy consciente de que nuestro sector se ve más
afectado en tiempos de crisis, porque ya estaba en la cuerda floja antes.
Trabajamos muchísimo sin una remuneración a cambio, invertimos mucho esfuerzo,
y a veces es difícil verlo recompensado. Sólo viendo cómo se han desarrollado
las cosas durante el confinamiento, ya deja claro que fácil no lo vamos a
tener.
8. ¿Cuáles de los personajes que has interpretado
te ha marcado más?
Sin ninguna duda,
Mollie, de ‘Luz propia’, el microteatro que hice en noviembre. Al final Dunia
Rodríguez (mi compañera) y yo, poníamos voz a “Las chicas del radio”, mujeres que
habían existido de verdad y hacíamos llegar su sufrimiento y su lucha al público.
Fue un viaje bellísimo, intenso y emocionante que estoy deseando seguir
haciendo en cuanto podamos moverlo de nuevo por salas.
9. ¿En qué piensas antes de salir al escenario?
Diez minutos antes
soy un manojo de nervios que repasa texto y movimientos, pero los segundos
antes de empezar, dejo de pensar y todo se calma. Ya no soy yo. Soy el
personaje. Todo cambia de luz y fluye.
10.
¿Con que sueña
Natalia G. Santamaría?
Con la
normalidad. O al menos, dentro de lo posible, con la normalidad en nuestro
sector con precauciones. A partir del 3 de julio estreno junto a Sara Herranz
una obra en el Teatro de las Aguas, ‘Hasta
el viernes que viene’, bajo la dirección de Víctor Páez, y ahora mismo lo
hacemos con aforo limitado. Es un drama romántico entre dos mujeres muy
especiales, con pequeñas dosis de humor y toques muy artísticos. Estamos
deseando poder hacerlo con más público y mostrar el esfuerzo de las últimas
semanas con menos limitaciones. Y puestos a confesar sueños… ojalá salir en
‘Amar es para siempre’, ¡no paro de repetirlo!
Entrevista: Alberto López Escuer
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