APORTAR VIDA A LA VIDA
La expresión que da título a este artículo se la oí decir al capellán de la cárcel de Pamplona Javier Arbilla, me pareció una lección condensada en una frase. Javier visita a personas que viven el dolor
en primera persona, pero son algunos de ellos los que aportan vida a la vida
con sus ganas de reinserción, con la sonrisa cuando viven situaciones difíciles -que son muchas día a día-. Viven el juicio de la Justicia pero también el paralelo que no les da la mínima oportunidad, eso de
la presunción de inocencia solo vale para los que tienen dinero
o posición, para los demás si no tienes posibles es una entelequia. Eso de que todos somos
iguales ante la ley va a ser que no, pero esto daría para varios artículos y la temática de este artículo es otra.
Javier les dice la palabra oportuna, el consuelo que
necesitan, los mira a los ojos, no le importan sus delitos, ve a la persona que
tiene delante, la acoge, la escucha y le dedica lo más valioso que tiene una
persona que no es otra cosa que su tiempo. Una gran labor la de Javier. Persona
humilde, su mano derecha no sabe lo que hace su mano izquierda.
También algunos de los reclusos aportan vida a la vida con
su actitud positiva ante las dificultades.
Mejor nos iría a todos si nuestra existencia la dedicáramos a sumar y no a restar, si nos dejáramos de ser
unos egocéntricos, poniendo
nuestros talentos al servicio a los demás. Que abundara en nuestra vida más la sonrisa que la queja, dejando al lado el “yoísmo” para dar paso
al “nosotrismo”.
La vida es para vivirla no para matarla poco a poco
con discusiones que desgastan y no conducen a ningún sitio, tampoco en poner palos en las ruedas de las
personas que aportan, pero como somos envidiosos no queremos reconocerlo. La
vida es corta y, vamos a vivirla, esta frase la pronunció la humorista Paz
Padilla tras el fallecimiento de su marido, al que se dedicó a cuidar en los últimos años de su vida, dándole todo el amor que pudo, que fue mucho.
Paz dio un testimonio precioso con su actitud ante
la muerte del amor de su vida. Aunque rota por dentro supo gestionar ese dolor
de una forma maravillosa, cada uno transmite lo que vive y Paz Padilla
transmitió
vida, amor y compromiso ante un acontecimiento tan
duro.
En nuestro camino vital donde menos lo esperas,
pueden salir a tu encuentro seres de luz que hagan ver el lado azul de la vida,
basado en experiencias que, lejos de la sensiblería, son profundas y llenas de vida.
Aportar vida a la vida y la vida es corta, hay que vivirla. Gracias
a Paz y a Javier que ellos son seres de luz y bien lo demuestran en su día a día.
Son dos frases que voy a incorporar a mi proyecto de
vida. Vale la pena ponerlas en práctica, son bellas lecciones que te hacen mejor persona y te ayudan a
pasar por la vida haciendo el bien.
Alberto López Escuer
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