EN ITACA
No
existen banderas que separen, ni idiomas que nos aíslen unos
de los otros.Las Redes Sociales quedan para la sociedad estresada, aquí los teléfonos
se apagan.
Es
un lugar para el diálogo, de una manera sosegada, sin estridencias, escuchándose los
unos a los otros, respetando las diferencias de opinión, no
juzgando al diferente.
Playas
de arena blanca donde poder pasear tranquilamente mirando serenamente las olas
del mar.
Existe
una gran biblioteca donde poder consultar toda clase de libros y estar horas y
horas sumergido en lecturas que te acaricien el alma, te esponjen el corazón haciéndote
crecer como persona ampliando tus horizontes culturales.
En
Itaca todo el mundo cabe, es bienvenido y acogido como se merece.
No
existen nacionalidades sino personas que no importa de donde vengan. Son
acogidas con afecto.
Abundan
las risas y las lágrimas
son de alegría,
una alegría
profunda que emana del interior de la persona.
Todos
los días
hay grandes conciertos de todo tipo de música
donde disfrutamos de grandes orquestas, grupos y cantantes.
Reina
la paz absoluta, no hay disputas ni por dinero, fronteras, religión…Las ideas
se proponen, no se
imponen.
Nos
alegramos de la felicidad del otro, la envidia no existe, tampoco la avaricia.
Tal
vez me digas que ese lugar no existe y que soy un soñador pero como dice John
Lennon en “Imagine” una de sus
canciones: “Pero
no soy el único “.
Alberto López Escuer
Comentarios
Publicar un comentario