EN TERRITORIO INVISIBLE
Pasan por su lado y ni siquiera los
miran, procuran evitar su presencia. Me estoy refiriendo a los sin techo, a los
que duermen en la calle y utilizan como sábanas unos cartones o lo que pillan más a mano. La mayoría de la sociedad los rechaza, viven en
la calle y su única compañía es, en muchas ocasiones, un cartón de vino donde ahogan sus penas que son muchas.
La sociedad los ha desterrado a un
territorio invisible.Se convierten en transparentes para mucha gente que no los quiere
ver.
Hay personas y asociaciones que les
ayudan en la medida que pueden.
En el frío invierno son las primeras víctimas de las bajas temperaturas, y
algunos han fallecido por este motivo.
Su vida no es fácil y seguro que ninguno de ellos quiso
llegar a la situación a las que se han visto abocados.
Vagan por nuestras calles sin rumbo
fijo y su futuro es la hora próxima, y comen cuando pueden conseguir comida que no
es todos los días, soportan el juicio de las miradas inquisidoras de algunos viandantes
y a muy pocos les importa si mueren nadie les echará en falta. Navegan entre la
tristeza y el olvido en un territorio que los demás hacen que sea invisible.
Alberto López Escuer
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