FELIPE VI, UN REY EN LA ADVERSIDAD

 



 

El título de este artículo lo he tomado prestado del último libro de  José Antonio Zarzalejos. En él narra los años de reinado de Felipe VI,en los que ha tenido momentos adversos tanto a nivel político como familiar. No voy a hablar de él, me llama la atención lo dramático de este título. Es verdad que Felipe VI no está teniendo un reinado fácil, pero también ha sido preparado para reinar. Supo desde pequeño que iba a desempeñar esa labor, toda su vida iba enfocada a ello. Llegado el momento no se espera menos de él pues ha tenido su trabajo seguro siempre. Tenía claro a lo que se iba a dedicar, desde muy pequeño y para ello fue educado y formado.

Los de su generación, entre los que me incluyo -ambos nacimos en 1968- no lo hemos tenido fácil, sabemos lo que es trabajar en lo que no nos gusta, pagar hipotecas, mirar con incertidumbre el futuro, hacer cuentas para llegar a final de mes, tratar que nuestros hijos tengan lo necesario. Hemos vivido adversidades, divorcios, quedarnos en el paro, patear las calles y echar nuestros Currículos en mil lugares, pues perder el trabajo a según que edades es sinónimo de ser un paro de larga duración con las nefastas consecuencias que tiene esa situación. Adversidades de muchos tipos que nos afectan diariamente y no salen en los periódicos ni nos dedican libros, ni falta que hace, claro. Pongamos todo en su justa medida. No buscamos protagonismo, al menos el que suscribe. Pero hay adversidades y adversidades, algunas van con el cargo, otras vienen sin esperar.

Mientras tanto Felipe VI se ha educado en los mejores colegios y universidades. Una preparación hecha a medida para la misión que debía desempeñar. Nunca le ha faltado el trabajo.Él no sabe de hipotecas, tiene una gran casa, un sueldo que no le hace peligrar su final de mes.

Está teniendo un reinado difícil, sin querer ser cortante, pero Felipe VI no está solo, tiene asesores de todo tipo, para todo tipo de situaciones. Siempre está arropado por personas que le aconsejarán lo más oportuno, aunque luego el que tenga que decidir sea él. Preparación le sobra para ello y mucho se ha invertido en su formación. Los demás tampoco lo tenemos fácil, ni mucho menos.

 

Alberto López Escuer

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