UNA SOCIEDAD QUE NO CUIDA A SUS ANCIANOS, NO ES UNA SOCIEDAD
Esta
frase se la oí a un voluntario en un informativo, no le falta razón. El vive la
soledad y el abandono que sufren algunas personas mayores. Nuestros ancianos
son la memoria viva de la historia más reciente, pero parece que llegando a una
edad molestan en las casas y algunos son llevados a residencias y reciben con
mucha suerte visitas los domingos y fiestas de guardar otros de pascuas a
ramos. Otros mueren en la más absoluta soledad en sus casas, siendo
descubiertos sus cadáveres días o meses más tarde
Cada
arruga de nuestros ancianos son una historia de lucha, entrega, sacrificio y
entrega. Ellos nos han cuidado han perdido noches por consolarnos cuando llorábamos
siendo bebes, nos han acompañado en los momentos difíciles. Algunos han pasado
estrecheces para que a sus hijos no les faltara lo más esencial. Todos tenemos
algún ejemplo cercano, tengo certeza de ello.
Han
sacrificado muchas cosas por sus hijos. Ahora que están en el otoño de su vida,
los que antes cuidaron se olvidan de ellos, estorban, molestan y su opinión no
se tiene en cuenta. Todos son más listos que ellos, desde los adolescentes
hasta los hijos, se les trata a veces con desprecio y otras veces con cierto
paternalismo. Ni una cosa ni otra son buenas.
Nuestro
mayores merecen todo el respeto del mundo, merecen ser tenidos en cuenta, no
ser olvidados y relegados al ostracismo. Los mayores son la sabiduría hecha
vida, mucho pueden aportar todavía a nuestra sociedad y tratarlos como no
merecen es injusto, muy injusto.
La
actriz María Galiana recientemente en una revista decía:
"Nos
tratan como si fuéramos
tontos" El jurista Antonio Garrigues Walker en la misma publicacion
declaraba "Hay gerontología. Los jóvenes nos miran con compasión,y la
piedad puede ser durísima".
Dos
ancianos con las ideas claras y que todavía tienen mucho que aportar.
Porque
una sociedad que no cuida a sus ancianos, no es una sociedad. Ni más ni menos.
Alberto López Escuer
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