LA CASA DE BERNARDA ALBA
Cuando coincide un texto
teatral que es una joya, unas actrices que aportan lo mejor de sí mismas para
que los personajes brillen con luz propia, un director magnífico, la calidad y
el éxito está asegurado. Eso es lo que ocurre en esta versión de La Casa de
Bernarda Alba. La escenografía nos sumerge en el mundo claustrofóbico y
reprimido bajo la tiranía que ejerce sobre sus hijas Bernarda Alba. Una mujer
que está más pendiente de las apariencias y del qué dirán que de lo que realmente
les pasa a sus hijas. Una zozobra de pasión de la cual no pueden dar rienda
suelta como quisieran.
Ana Fernández, Ruth
Gabriel, Zaira Montes, Rosario Pardo, Montse Peidro, Marina Salas, Luisa
Gavasa, Consuelo Trujillo. Componen este elenco maravilloso, unas actrices en
estado de gracia, donde destaca una Rosario Pardo que borda el personaje de la
Poncia, quizá una de las mejores que ha interpretado a este personaje, con
permiso de la gran Florinda Chico, que es todo un referente.
Un clásico, el de La casa
de Bernarda Alba, que va creciendo en cada montaje y en este caso ha dado un
gran salto de calidad, si cabe.
Escenas que muchos
conocemos, aquí tienen una gran profundidad, desgarro y verdad. Transmitidas
por estas grandes actrices, Marina Salas aporta esa juventud rebelde en el
personaje de Adela brindándonos momentos preciosos por su dramatismo y buena
interpretación.
Luisa Gavasa nos hace
sacar la carcajada, que casi nos hace llorar, cuando sobre el escenario se
transmuta en la madre de Bernarda Alba.
Una obra de teatro que por
mucho que sepamos su historia, no nos deja de sorprender, sobre todo si son
montajes como este que nos ocupa, lleno de calidad, lo mires por donde lo
mires.
Alberto
López Escuer
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