CARLOTA CORREDERA O EL FEMINISMO MAL ENTENDIDO

 



 

"Si Antonio Montero se queda en el plató, yo me voy. Yo no voy a permitir que después de todo lo que hemos explicado este hombre se permita el lujo de llamar a Rocío Carrasco mala madre delante de mí".

De esta manera se despachó Carlota Corredera dirigiéndose al director del programa lvame, Antonio Montero. Se levantó y se fue.

Sálvameno es un programa que sea de mi devoción, pero alguna vez lo veo.

Carlota Corredera últimamente se está convirtiendo en una tirana. Todo el que opina contrariamente a lo que ella piensa, sobre todo en lo referente a Rocío Carrasco hija de Roció Jurado, tema que no voy a entrar a valorar.

Corredera ha cogido la bandera del feminismo y para defenderlo está utilizando tics machistas, como intentar callar a los que piensan diferente, lo hace de una manera prepotente y soberbia. Intentando anular a los que discrepan.

La libertad de expresión solo se la aplica para lo que ella dice, para los demás si opinan como ella entonces si, si no desaparece esa libertad de expresión. Carlota Corredera es tolerante mientras pienses como ella.

Flaco favor le está haciendo al feminismo esa actitud. Ser feminista no implica defender que todas las mujeres tienen una actitud impecable y que no tienen ningún defecto y que los hombres somos el origen de todos los males, que solo tenemos defectos y que no podemos discrepar en nada y lo mejor que podemos hacer es callarnos.

Ese no es el camino. Entre las mujeres hay de todo, como en botica y también entre los hombres.

Las actitudes chulescas que ha tenido y sigue teniendo Carlota Corredera no favorecen en nada al feminismo.

Esa manera de proceder es incoherente, pues hace lo que precisamente critica. Carlota te estás equivocando, pero me temo que como lo sabes todo, o al menos eso crees, no lo reconocerás y seguirás en tus trece. Un feminismo mal entendido, el de Corredera.

 

Alberto López Escuer

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

QUIERO HECHOS, NO PALABRAS. SI QUIERO PALABRAS, ME LEO UN LIBRO

SARA MORTENSEN, O EL TRABAJO BIEN HECHO

JOSEAN, EL HOMBRE SERENO