LA SELECCIÓN ESPAÑOLA DE FÚTBOL, CERO EN HUMILDAD

 



 

La actitud de la selección española de fútbol con la afición de Sevilla, que es donde han disputado los partidos de la fase de grupos de la Eurocopa 2020, ha sido deplorable. Una de las veces salían de su lugar de concentración y había cientos de personas animándoles y jaleándolos. Ellos ni los miraron, algún tímido saludo fue la excepción. En días posteriores alguien les debió decir algo al respecto y sí lo hicieron.

La culpa de todo esto la tienen algunos aficionados que han endiosado a estos peloteros, muy bien pagados, por cierto, y que cuando se tuercen las cosas no admiten críticas y además les da igual, declarado por uno de ellos que, dicho sea de paso, falló más veces que una escopeta de feria, siendo un delantero.

Son multimillonarios, a donde van se les invita, no saben lo que es no llegar a fin de mes. Muchas personas pagan dinerales por una entrada para verlos y como respuesta por parte de estos niños consentidos obtienen la indiferencia.

No son más que futbolistas, la cosa más importante de las menos importantes, les falta humildad o estar en un andamio al sol durante ocho horas para saber lo que es trabajar de verdad. Ya  no hay jugadores como Iniesta que siendo un virtuoso del balón era humilde y trabajador, estos actuales no le llegan ni a la suela de las botas en cuestión de educación y de juego.

Se comportan como niños consentidos, millonarios y que no consienten críticas y encima que no cumplen en su trabajo se les debe aplaudir si no se enfadan. Eso sí cuando las cosas van bien los elogios les vienen bien y los aceptan encantados.

Normal que haya desapego con la selección. Los primeros que marcan las distancias con su aptitud son los jugadores y no digamos el seleccionador que está encantado de conocerse. Cuando habla parece que siempre está enfadado.

Da igual el papel que haga la Selección Española en este Europeo. A nivel personal estos jugadores hace días que tendrían que estar en casa. Son altaneros, orgullosos y faltos de humildad. De fútbol hablamos otro día.

 

Alberto López Escuer

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