Hoy voy a escribir sobre mis padres. Cuánto les debo… son mis referentes de la vida. No tuvieron una vida fácil, vivieron la guerra y la postguerra. Fueron unos luchadores, todo por sus hijos.
Vivieron una historia de amor que duró casi cincuenta años. Un ejemplo de caminar juntos, en los momentos fáciles y difíciles. Cuando mi padre murió, mi madre me dijo una frase que me quedó grabada en el corazón: ”Alberter, tú has perdido a un padre yo he perdido al amor de mi vida”. Eso es amor, quien lo probó lo sabe.
Cuando la enfermedad apareció en la vida de mi padre, mi madre estuvo siempre a su lado. Hicieron vida la letra de la jota S'ha feito de nuey:
S'ha feito de nuey,
tu m'aguardas ya,
lo peito me brinca
en tornar-te a besar.
Lo nuestro querer
no se crebará,
aunque charren muito
y te fagan plorar,
yo no'n quiero vier
güellos de cristal
mullaos por glarimas
que culpa no han.
Escuita, muller,
dixa de plorar,
yo siempre he estao tuyo,
tú mía has de estar.
Dicen que un querer
ye de dos no más,
y que ye más fázil
fer-lo caminar,
cuando l'uno caye
l'otro ha de bantar,
cuando l'uno caye
l'otro ha a debantar.
S'ha feito de nuey,
tu m'aguardas ya,
lo peito me brinca
te quiero besar.
Os voy a hacer una confesión mientras tecleo estas líneas, las lagrimas ruedan por mis mejillas, son tantos recuerdos y casi todos bonitos. A los dos los vi partir, para mí lo hicieron demasiado pronto. Unos padres nunca se mueren a tiempo, siempre quieres tener su presencia más.
Si mi hija Paula me quiere la mitad de lo que yo quise a mis padres sería el hombre más feliz del mundo.
Los quise, los quiero y los querré siempre. Alguna vez cuando la soledad pesa, hay veces que lo hace mucho, los echo de menos. Esas conversaciones, consejos y amor que me daban. Lo recuerdo como el mejor regalo que me dio la vida. He tenido mucha suerte de tener los padres que he tenido.
Ahora, visto con la perspectiva que te da el tiempo y el ir cumpliendo años, he sido testigo de la historia de amor más bonita. Y he tenido la fortuna de que esa bella historia los protagonistas hayan sido mis padres.
Alberto López Escuer
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