SE DURMIÓ EN MI PECHO

 



 

Se quedó plácidamente dormida en mi pecho

al ritmo de los latidos de mi corazón.

Una sístole y una diástole amorosa

la contemplaba lleno de amor.

Era un momento mágico

que no por más que se repitiera

seguía siendo maravilloso.

Supe desde el primer instante que la vi

que la amaría siempre, que daría

la vida por ella si era preciso,

que los desvelos vendrían.

Cuando se ama todo es más fácil.

Se durmió en mi pecho, yo era el hombre

s feliz del mundo viendo la paz que emanaba.

Velaba su sueño ante cualquier peligro, ella

dormía ajena a todo.

Han pasado veinte años desde ese momento.

La quise, la quiero y la querré,

es la mujer de mi vida, se llama Paula,

es mi hija.

 

Alberto López Escuer

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

QUIERO HECHOS, NO PALABRAS. SI QUIERO PALABRAS, ME LEO UN LIBRO

SARA MORTENSEN, O EL TRABAJO BIEN HECHO

JOSEAN, EL HOMBRE SERENO