El teatro es un arte grande
que despierta en la persona sentimientos en ocasiones encontrados, que te llega
al corazón, te hace recordar. Que estoy enamorado del teatro no es novedad, hace un tiempo estuve viendo “Las bicicletas son para el verano”, un texto
que me encanta y que me hace llorar a partes iguales.
Patxi Freytez me parece un
gran actor, no tengo la menor duda, en su interpretación de Don Luis, el cabeza
de la familia que es el eje de la historia que nos cuenta sus vivencias diarias
en el Madrid asediado durante la Guerra Civil Española. Me recordó mucho a mi
padre, un hombre honesto, fiel a sus valores que ayudaba a quien lo necesitaba
sin importarle su afiliación política, lo importante era la persona, él vivió
la guerra civil en primera persona y cuántas veces le oí decir: “qué cruel es
ver luchar hermanos contra hermanos”.
Patxy Freytez interpreta con
maestría a ese Don Luis, que fue una de esas personas de una generación que
quedó marcado por el conflicto fratricida. Tuve la ocasión de podérselo decir
personalmente a la salida del teatro, agradecerle que me hiciera recordar a mi
padre, ese hombre que llevo en el corazón y que ha sido un referente para mí.
Gracias a actores como
Patxi, que saben llegar al corazón del espectador, me ayudan a recordar porqué
amo tanto al teatro, me lleva a la vida y en este caso a las personas que
quise, quiero y querré.
Alberto López Escuer
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