CUALQUIER TIEMPO PASADO FUE… ANTERIOR
Últimamente miro al pasado,
dicen que es señal de que ya tienes cierta edad y que no eres tan joven. No lo
hago con nostalgia más bien con la serenidad que te dan los años cumplidos,
claro que uno es consciente que tiene más recuerdos que futuro por vivir. No es
una apreciación negativa, es una realidad vital muy asumida. Es una realidad
que no podemos negar, sería tontería hacerlo.
Recordar la infancia es una
patria a la que por mucho que intentemos no vamos a regresar; pero siempre
queda el recuerdo de los años vividos entre bocadillos de pan con chocolate,
juegos imaginativos y amores imposibles de actrices o cantantes que los ves
ahora y algunos han envejecido bien y otros pésimamente. Otros y otras ya no
están entre nosotros.
Qué decir de la adolescencia,
cuando tus hormonas unos días están arriba y otros abajo, vamos como una
montaña rusa difícil de controlar. Unos días estabas enfadado con el mundo y
otras te creías el rey del universo.
La vida ha transcurrido
rápidamente o por lo menos esa es la sensación que tiene uno al llegar a la
cincuentena. El tiempo es ese ladrón que corre delante de ti como quimera
inalcanzable que nunca atraparemos.
Un tiempo de vino y también
de rosas donde ha habido de todo como un río de cauce agreste y de meandros
serenos.
Qué bonito es recordar sin
caer en la añoranza que te lleva a la tristeza. Celebremos lo vivido y lo que
nos queda por vivir, que ojala sea mucho y bueno.
Porque cualquier tiempo
pasado fue… anterior.
Alberto López Escuer
Comentarios
Publicar un comentario