JESUS HA RESUCITADO Y NOS LIBERA

 



Fue una celebración especial la de la Vigilia Pascual en la cárcel de Pamplona, adaptada las circunstancias y situación del lugar.

Una Vigilia Pascual donde todos los reclusos que asistieron a la misma participaron de una manera u otra, aportando su grano de arena para convertir esa celebración en un momento importante para las vidas de los que estuvimos

Se vivió con intensidad, siempre que entro a las eucaristías el clima de participación es especial y tratándose de una celebración tan importante no podía ser distinto.

Un momento muy bonito fue cuando se canto el Himno Pascual, la atención que prestaban los reclusos era extraordinaria, solo había que mirarlos a los ojos para saber como estaban viviendo ese instante, algunos no podían contener alguna lagrima – solo dios sabe de su vida, de su historia y de la situación difícil que esta viviendo.

Muchas historias guardan en su corazón,historias que los rompen por dentro, se siente apartados de la sociedad, que les mira muchas veces con ojos recriminatorios, soportan dos condenas la de la ley y la de las personas una cruz que en ocasiones les es  muy difícil de soportar. Son conscientes del mal que han hecho y de sus consecuencias, por eso están en la carne, la exterior y también la que soportan en su corazón que a veces es durísima por lo que te cuentan.

Participaron de forma muy activa, en la eucaristía presidida por Antonio López, cada uno aporto lo mejor de si mismo, sabiendo que era escuchados, que no se les juzgaba, sintiéndose acogidos, fueron desgranando lo que las lecturas que se leyeron les inspiraba.

Se notaba que hablaban desde el corazón, ese corazón que en muchos casos busca ser perdonado.

Aprendes mucho de ellos, de su sencillez a la hora de expresarse, su peticiones en el momento de la oración de los fieles, y el recogimiento después de comulgar en un silencio absoluto y lleno de sentido.

Hablar de liberación en un lugar donde las rejas y las puertas están muy presentes, es muy difícil. Pero en esa Vigilia Pascual, los que participaron en ella por lo que expresaron eran conscientes de que Jesus resucito y de que les libero, lo sintieron en su corazón y tal vez eso les alivio un poco.

Jesús resucito y no libero, nunca una expresión tuvo tanto sentido como el sábado santo en la cárcel de Pamplona.

 

Alberto López Escuer


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