AY MAMA

 



Permíteme Rigoberta Bandini que te tome prestado el título y parte de la letra de tu canción, para recordar a mi madre y a tantas madres. Cada uno tendrá a la suya en un pedestal, lo merecen. En mi caso Benita fue una luchadora, que representó la lucha por la libertad, la libertad personal y también la de sus hijos. Una lucha que la libró con valentía, ella también tenía caldo en la nevera y se plantó contra las injusticias. Todas las madres de esa época merecen un monumento en cada plaza, por su tesón y perseverancia aunque vinieran mal dadas. Una época donde el hambre hacía aparición, el hambre en muchos hogares de nuestro país, mandado con puño de hierro  por un gallego que no me apetece decir su nombre.

Tú que sangraste muchas veces en tu vida, pero que nada te arredró para seguir trabajando sin descanso dentro y fuera de tu casa.

Benita tú y tantas madres que fuisteis ejemplo y referencia para las siguientes generaciones.  

Podría haber publicado este relato el día de la madre pero preferí no hacerlo porque todos los días me acuerdo de ti y de todas las madres que disteis vida y belleza. Que de una forma u otra parasteis la ciudad al más puro estilo de Lacroix gritando por la injusticia -sacasteis el pecho para alimentar, dar vida. Qué hay más bello que ver a una madre dar de amamantar a su hijo-.

Por tantas madres que merecen ser queridas, amadas y reconocidas por su fortaleza en cada momento de su vida. Lo sabes bien, tu lucha no ha caído en saco roto. Escúchame te quise, te quiero y te querré.

 

Alberto López Escuer

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