Fue una noche para
recordar, la del 11 de junio. Como testigos San Mamés lleno con cuarenta y siete mil almas, que éramos conscientes de que era un concierto muy especial de
Fito&Fitipaldis, dentro de la gira “Cada vez cadáver”.
Un concierto de gran
calidad de rock puro de invitados de excepción. Por el escenario pasaron
Dani Martín, el grupo Morgan, Iñaki Antón “Uoho” -recordando dos temas del
extinto grupo de Fito “Platero y tú”-, Leiva, Carlos Tarque, brindándonos momentos de lujo
que hicieron vibrar al público.
Los Fitipaldis son una banda solvente liderada por Fito, que tienen a Carlos Raya
como gran capitán de ruta, un guitarrista de lujo que lo demuestra cada vez que se sube a
un escenario. Pero ninguno de sus músicos se queda atrás, qué grandes son.
Fito, junto con Rosendo, en mi opinión son los mejores rokeros que ha dado nuestro país, demuestran que lo son y
no alardean de serlo.
Fueron tres horas de puro
rock, haciendo que en La Catedral Fito sentara cátedra de una forma
espectacular.
Un gran escenario con
luces que hacían que cada canción fuera única y especial, pantallas gigantes para que nadie se perdiera el más mínimo
detalle de lo que acontecía sobre el escenario.
Todo ayudó a crear una atmósfera
especial, haciendo de esta cita un concierto único y tal vez
irrepetible, pero con Fito y sus Fitipaldis nunca se sabe.
Cabrales jugando en casa y
goleó. Ninguno de los presentes queríamos que esta fiesta
acabara. Música llena de calidad, de buenos momentos, de grandes artistas.
Un concierto a la altura
de los grandes. Claro que Fito hace años que ha demostrado
que es un grande, como dijo Leiva, un pequeño gran hombre que muchos queremos.
Fito se emocionó en algún momento de su actuación, no era para menos, los
roqueros no son de piedra.
Fuimos testigos de una
noche muy especial, que entra directamente con letras de oro en la historia de
nuestra música y en especial en la del rock. Todos recordaremos el día que Fito
sentó cátedra en La Catedral.
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