QUÉ GUAPOS SALEN EN LAS FOTOS NUESTROS POLÍTICOS

 



Y también nuestras políticas, son especialistas en ello, en unas fiestas patronales, junto a un triunfador o en cualquier sitio que les puede dar rédito electoral.

Porque no nos vamos a engañar, algunos de ellos son profesionales de la política, de vocación poco o nada, conozco como vosotros a alguno que es así. Solo figurar y poco más, eso sí, tienen la palabra pueblo y compromiso como un mantra, pero luego les delatan sus hechos, hacen todo lo contrario a lo que se jactan, todo por el pueblo, pero sin el pueblo – versión 5.0-

Eso sí, cuando las cosas se ponen mal, o alguien les pide ayuda, o necesita una solución, allí desaparecen y no se sabe de ellos. Se hacen los suecos de una manera vergonzosa.



Ponen mil excusas para escurrir el bulto, tienen muchos años de vuelo se las saben todas, se lavan las manos como Poncio Pilato en versión moderna.

Cuando llegan las elecciones estos personajes hacen gala de sus mejores sonrisas. Se lanzan a la calle a captar el voto, pero no porque lo crean, sino porque pueden ver peligrar su modo de vida, para asegurarse un sillón que les permita estar saliendo cuatro años. Muy guapos en las fotos, lo de trabajar lo dejamos para otros, viven a costa del contribuyente sin ningún tipo de pudor.

No todos son así, sería injusto, no quiero que paguen justos por pecadores.

Este tipo de personas cuando un ciudadano les va con un problema real, sus puertas están cerradas. La cercanía de las campañas electorales queda atrás cuando ya han conseguido su propósito. Cuatro años más de sueldo y suma y sigue. También son de los que van dando lecciones a los demás de ética y compromiso -que desfachatez-, su cara es más dura que el cemento armado.

Viven de nosotros pero no para nosotros, eso sí salen muy guapos en las fotos, ellos y ellas lo saben.

 

Alberto López Escuer

 

 

 

 

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