No hace mucho, escuchando
el programa de radio “Gente despierta” de Radio Nacional de España dirigido por Julia
Varela, escuché esta frase. Se refería al dolor físico,
que puede producir la soledad.
Un dolor que también más allá de lo físico te rompe el
alma, pues la soledad esta muy bien si es deseada, pero si no es así es muy
duro.
Cada día hay más gente sola, que nadie
se preocupa por ellos. Algunos han muerto y se ha
sabido meses después.
A muchos no les importa la
soledad de los demás. La sociedad cada vez está más deshumanizada, cuando
debería ser lo contrario. Me parece que poco hemos aprendido de la pandemia y
el confinamiento reciente.
Por suerte o más bien por
desgracia veo a mi alrededor gente sola, que no reciben visitas. Su existencia son ellos y sus circunstancias.
No soy una persona
pesimista, los que me conocen lo saben, pero en este caso trato de ser
realista.
“Y algunas veces suelo recostar
mi cabeza en el hombro de
la luna,
y le hablo de esa amante
inoportuna
que se llama soledad”.
Joaquín Sabina describe la
soledad como una amante inoportuna. Su compañía en exceso llega a pesar mucho, produciéndote no solo dolor físico, sino también existencial. Es muy duro sentirse solo, que no solo sea una sensación, sino que estés solo de verdad, sin ningún tipo de compañía. Que nadie te espere al regresar a casa, que no puedas hablar con nadie de
cómo te ha ido el día. De compartir tus venturas
o desventuras. Esto parece una realidad distópica, pero existe, existe más de
lo que pensamos. Pero mientras no nos ocurra a nosotros, no existe.
Por eso es muy valorable
la labor de esas personas que se dedican, de forma altruista, a visitar y ayudar a personas que se encuentran solas. Les ayudan a aliviar esa realidad que viven.
“Estamos todos tan juntos y sin embargo, todos estamos muriendo de soledad”, esta frase de Albert
Schweitzer puede ser una radiografía certera de la actual sociedad. Muchos
artilugios, redes sociales para que estemos comunicados y parece que estamos más
solos que nunca. Si no es deseada la soledad duele mucho.
Alberto López Escuer
Comentarios
Publicar un comentario