VENI,VIDI,ABII

Ya estamos en campaña electoral, sabemos qué supone eso, muchos políticos y políticas en la calle prometiendo, sonriendo, abrazando, visitando lugares que después de las elecciones no se les volverá a ver. Hacen como si escucharan, pero realmente solo oyen. Nada nuevo bajo el sol. A los que peinamos canas todo esto ya no nos coge de sorpresa, cambiarán caras, pero no la manera de actuar.

El otro día fue a un mitin -me gusta ir a escuchar- y vino unaa ministra del gobierno y me llamó la atención que entró prácticamente corriendo con la candidata autonómica de su partido.  Cuando acabó el acto volvió a salir corriendo escoltada y no se paró con nadie de los que estuvimos escuchándola en el patio de butacas. Ni un saludo, ni una conversación breve, ni un abrazo – tan socorridos en esta época-. Vino, vio, se fue. Me pareció curioso cuando lo que quiere es sumar, en este caso lo disimuló bastante bien. 

Lo que tienen de bueno las elecciones locales y autonómicas es que conoces a los candidatos. En Pamplona, que es caso, algunos sonríen como nunca lo he visto hacer. Son incluso amables, aunque durante fuera del periodo electoral si te ven por la calle, giran la cabeza para no saludarte. Triste, la verdad, pero eso dice mucho de este tipo de personas y no de una manera positiva.

Otros son unos trepas que buscan una poltrona para vivir. El poder les gusta mucho, el estar al servicio de los demás, eso poco o nada. Eso sí en la campaña electoral se les llena la boca de que lo hacen por la ciudadanía. Uno lo contempla con escepticismo, porque luego pasa lo de siempre donde dije digo, digo Diego, y se quedan tan anchos.

Vanidad de vanidades todo vanidad. ¿Merecemos los políticos que tenemos? Esa es la cuestión.

Alberto López Escuer