GRACIAS POR TANTO IBÁÑEZ
Me ha dado un vuelco el
corazón cuando me he enterado de tu fallecimiento. Los jóvenes, ahora no tan jóvenes, de una generación estamos un poco huérfanos con tu partida, como los personajes que creaste. Yo me quedo con Mortadelo
y Filemón, sus aventuras fueron mis primeros libros, gracias a ellos ahora soy un
lector voraz.
Después de una gripe venía un pequeño tiempo de convalecencia – así se llamaba – y mi madre me regalaba uno
de esos tebeos con un montón de aventuras de esos peculiares agentes de
la T.I.A. Cómo me reía con sus buenas intenciones que siempre terminaban en desastre.
También disfrutaba leyendo al Botones Sacarino, Pepe Gotera y Otilio, 13 Rue
del Percebe – que años más tarde sirvió de inspiración para una serie, pero no
era lo mismo, un poquito de por favor, ese bloque es irrepetible y con tu
ausencia se antoja imposible.
¿Y qué me dices de la
peculiar familia Trapisonda?
Ahora Francisco Ibáñez amenizará el cielo con sus
personajes y sus locas aventuras.
Mucho tenemos que agradecerte. Nos aficionaste a la
lectura de una forma sencilla, imaginativa y llena de humor.
Aun ahora, pasados los
cincuenta, sigo leyendo de vez cuando uno de tus cómics -me gustaría hacerlo más pero me es
muy difícil, desventajas de hacerse mayor-.
Eran tiempos donde éramos felices y no lo sabíamos, todo gracias a ti Francisco Ibáñez.
Nos dejas un legado muy
rico que sigue haciendo feliz a los más jóvenes, por ejemplo, mi
hija combina la lectura de los libros de sus escritores favoritos con la
lectura de El Botones Sacarino, dice que le encanta ese personaje.
Gracias Francisco Ibáñez
por ayudarme a seguir alimentando el niño que todos tenemos dentro. Gracias por ayudarme a mirar con una sonrisa al futuro. Gracias por tanto.
Descansa en Paz, gran maestro.
Alberto López Escuer
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