LA BELLA DESCONOCIDA
Su sonrisa es de una belleza profunda como ella, es de formas
suaves y de voz dulce cada mañana la veo pedir su café con leche y sentarse en
una mesa a leer el periódico, no sé cómo se llama pero tiene una mirada limpia,
soñadora unos ojos azules que bien podrían ser como el cielo o como un mar
sereno. Su pelo castaño está recogido dejando ver su bonito rostro. Es elegante
en su forma de vestir de una educación exquisita, su voz suave acaricia el
aire. Una belleza que parece sacada de un cuadro y que puede servir de
inspiración a alguna de las canciones de Serrat. La bella desconocida transmite
dulzura, pero también decisión y firmeza. Cuando acaba de desayunar se despide
con un cálido “hasta luego” y una sonrisa se va con paso pausado y desaparece
entre las calles para tal vez tener un día intenso de trabajo atendiendo a
múltiples ocupaciones. La bella
desconocida transmite serenidad y confianza. Cada mañana ese encuentro me
arranca una sonrisa que seguro no es tan bonita como la suya, pero es precioso
comenzar el día así
Es de esas personas que cuando te cruzas con ellas comprendes
por qué la vida es bella y nos muestra su lado azul. Son esos momentos
preciosos que hay que valorarlos, pues normalmente el frenético ritmo que
llevamos no nos lo permite, vamos demasiado deprisa y la vida nos regala
momentos, encuentros o situaciones que deberíamos valorar en su justa medida.
No miramos a los ojos de la gente que está a nuestro alrededor estamos
demasiado ocupados en nuestros asuntos, nos perdemos momentos preciosos de la
vida, personas que con una sonrisa nos pueden transmitir lo positivo de la misma.
Cada mañana el encuentro con la bella desconocida es uno de esos momentos que
tiene algo de mágico.
Alberto López Escuer
Comentarios
Publicar un comentario