EN AGOSTO TAMBIÉN

 




No hace mucho charlando con un amigo, me dijo. "Ahora que se acerca la Navidad parece que a muchos les toca ser buenos". Y la verdad es que no le falta razón. Cuando se acercan estas fechas tan señaladas, para algunos son fechas donde se dejan de mirar al ombligo y parece que se fijan un poco más en el prójimo. Pero me da la sensación de que sólo lo parece. Tratan de aparentar que los demás les importan cuando durante el resto del año se le hacen invisibles a los ojos. Saludan a todo el mundo para luego si te he visto no me acuerdo.

Pero la Navidad mal entendida tiene esas cosas. Se carga de una capa de hipocresía que se hace irritante. Suelen ser estos personajes los que van dando lecciones de cómo se ha de vivir el nacimiento del Jesús de Nazaret, aunque me da que no tienen claro lo que se celebra. Son de los que se creen mejores por poner un pobre en su mesa -dicho de una forma metafórica, pues en la práctica no se les ocurrirá hacerlo- Son de los que se dejan cegar por las luces de esos grandes almacenes que empiezan la navidad prácticamente en septiembre con el estricto sentido mercantilista. O son los que jalean que nuestras ciudades se llenen de luces y árboles gigantes para intentar batir records, que en el fondo son una ridiculez. Pues en Belén apenas había luz, en ese portal que algunos parecen olvidar.

Eso sí, estas personas cuando los Reyes Magos apenas acaban de salir rumbo a Oriente vuelven a ser los mismos. Su espíritu de bondad se disipa de la misma manera que vino y durado lo que ha durado un suspiro si se compara con todo el año.

En agosto, por poner un ejemplo, también hay que mirar al prójimo, hacer la vida más agradable a los demás, sin tantas luces ni ruidos, ni porque sean días señalados, sino porque nos surge del corazón. Navidad tendría que ser durante todo el año. Pero si dices esto, algunos te llaman cursi. Esos que se transforman en esas fechas en la bondad personificada, o al menos eso intentan, aunque sin conseguirlo pues el resto del año son todo lo contrario padeciendo de “ombliguismo agudo.

 

Alberto López Escuer

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