TOÑA, HASTA SIEMPRE HERMANA

 



Eras mi hermana mayor, también mi madrina de bautismo -te llamaba en broma  la Indurain de las madrinas, pues eras de varios miembros de nuestra familia-. Además el pentacampeón te gustaba, y reías cuando te lo decía.

Chaparrita como yo, pero una mujer luchadora que no se rindió ante nada ni nadie. Guardo en mi corazón los buenos momentos que vivimos. La diferencia de edad que nos llevábamos eran veinte años y muchas veces me confundían con tu hijo y aclarabas, sonriendo, no, es mi hermano. Cuando tuve cierta edad volvieron a decirte lo mismo y ya no te hizo tanta gracia, aclarando, no, por favor, es mi hermano.

Fan del "Dúo dinámico" y de Rocío Dúrcal, -discutíamos de nuestros gustos musicales- yo tiraba más por Sabina, Serrat, Ana Belén y Leño. También tuvimos cuitas sobre fútbol, tú eras del Real Madrid -nadie es perfecto- mientras yo un culé confeso. Los Derbis en casa eran palabras mayores, la mayoría de la veces ganaba tu equipo, hasta que llegó el "Dream Team", en ese momento las tornas cambiaron.

Por cierto, ahora mientras escribo estas líneas, escucho una de las canciones de La Dúrcal, así pienso que te tengo un poquito más cerca, aunque ni el viento ni la lluvia borran la huella que dejas en mi corazón.

Un 24 de Enero te has ido a reunir con tu marido José y con nuestros padres. Ellos te acogen y verás desde ese balcón, que se abre en momentos especiales, cómo va creciendo tu nieto y te sentirás orgullosa de él.

Aquí en la tierra dejas amigos y amigas, porque tú, Toña, eras una buena persona y pasaste por la vida haciendo el bien.

Eso de ser el pequeño de los hermanos con tanta diferencia de edad es lo que tiene, que tú en ocasiones ejercías también como si fueras mi madre, concediéndome algún que otro capricho - ¿Te acuerdas esos sobres de soldados que me comprabas? pasaba tardes enteras jugando con ellos, o aquellos cuentos del Jabato -que fueron mis primeras lecturas-.

Buenos y gratos recuerdos guardo de ti y de los malos si los hubo, ni me acuerdo.

El barrio de San Martín de Huesca te echará de menos. Eras una vecina muy querida, siempre dispuesta a ayudar a quien lo necesitaba, tendías la mano al que necesitaba levantarse.

Gracias por existir, hermana, las puertas del cielo se abren de par en par para ti. Hasta siempre Toña.

 

Alberto López Escuer

Fotografia: Stefano Senesi 

Comentarios

Entradas populares de este blog

QUIERO HECHOS, NO PALABRAS. SI QUIERO PALABRAS, ME LEO UN LIBRO

SARA MORTENSEN, O EL TRABAJO BIEN HECHO

ALEJANDRA LÓPEZ: “PARA NO QUEDARTE ATRÁS TIENES QUE ESTUDIAR Y TRABAJAR CADA DÍA CON HUMILDAD Y CON PASIÓN”