He llegado a la conclusión de que nuestros políticos son unos cansinos, pesados hasta decir basta.
Esta legislatura es un ejemplo de ello, echándose improperios los unos a los otros, el Congreso de los Diputados parece un gallinero -pido perdón a las gallinas que no tienen la culpa de los políticos que tenemos-.
Gritos, insultos, desafíos y toda clase de lindezas que se dedican los “Hunos a los Hotros” - Unamuno siempre en mi pensamiento-.
No tienen excusa ninguno, tanto los de una parte de la bancada como los de la otra, nadie se salva.
Mientras tanto la ciudadanía que les ha votado asiste a este lamentable espectáculo como si de un combate de boxeo se tratara, apoyando a los de sus opción, en resumidas cuentas cada vez estamos más divididos, si alguna vez estuvimos unidos.
Puede pensar quien lea este artículo que me he instalado en la equidistancia, como me dijo hace un tiempo un escritor por las redes sociales -decir que por un oído me entra y por otro me sale- pues no le pedí su opinión y tampoco me importa lo que piense el susodicho, ni equidistancia ni leches lo que pasa es que estoy harto de tanta bronca y pasen de nosotros, en lugar de tanta bronca dedíquense a los suyo, unos a gobernar y otros a realizar una oposición responsable, que para algo se les votó pues al paso que vamos estaría bien que se les acabara botando de sus escaños, que algunos solo hacen que calentarlo, parecen, como decía mi abuela, las vacas mirando cómo pasa el tren-. Tengo que disculparme con las vacas que nada tienen que ver con el tema que nos ocupa-.
Estamos cada día asistiendo a una bronca tras otra de estos políticos que tendrían que ser ejemplo de diálogo y que se puede pensar diferente y poder dialogar sin alzarse la voz, que más que representantes del pueblo, son lo más parecido a tertulianos patanes de ciertos programas pasados donde todo el mundo gritaba y ninguno se entendía.
Hoy por hoy nuestros políticos no dan la talla y lejos están de darla aunque ellos piensen que son los mejores del mundo mundial y de las galaxias conocidas y por conocer. Todos se creen en posesión de la verdad y el equivocado es el otro, mientras tanto lo de hacer algo por los ciudadanos lo dejamos para más tarde si eso. Son unos cansinos de tomo y lomo.
Albert Lopez Escuer
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