JOSEAN, EL HOMBRE SERENO

 



Otra vez vuelvo a escribir sobre un amigo que se va. Resulta duro, Josean nos ha dejado cuando aún le quedaba mucho por vivir.

Era un hombre que transmitía mucha serenidad, su sonrisa era contagiosa, siempre de buen ánimo, estaba cuando se le necesitaba.

Un gran educador que hacía vida aquello que decía Don Bosco La educación es cosa del corazón. Él sabía llegar al corazón de los jóvenes. Como muestra un botón, esto es lo que le dijo un antiguo alumno a un salesiano cuando se entero de su fallecimiento:

La verdad que si no es por él y por un par más como vosotros no hubiera sacado ni la mitad de estudios que tengo.

Un hombre sin doblez, guardo muchas anécdotas vividas con él. Fue mi peluquero, pocos saben eso, tenía habilidad con la maquinilla, y cuando terminaba de cortárme el pelo, me decía: “con este corte de pelo seguro que te echas novia”nunca se dio la circunstancia, pero nos reímos mucho-.

O como aquella vez que en una recepción que tuvieron con los Reyes de España, él fue representando a la ONG Jóvenes y Desarrollo, y la reina Letizia se acercó donde estaba Josean y le dio dos besos diciéndole ¿Qué tal maja? Con toda naturalidad, luego me dijo que estaba preocupado por el tema (se había saltado el protocolo) y yo le comenté que tranquilo que los servicios secretos no iban a ir a por él.

También era el que me hacía el nudo de la corbata en cada estreno del Grupo de Teatro de Salesianos Pamplona. Los miembros del grupo de aquella época recuerdan cómo cuando hizo un cameo en una obra y se le olvidó el papel, con mucha maestría salió con la hoja del guion y dijo hemos recibido un fax que pone…” y leyó lo que decía su personaje, todo un maestro.

La musica era también su fuerte, con su gran voz y acompañado de sus compañeros del departamento de mecánica, Los taladrines, se denominaban, animaban las celebraciones de Don Bosco y María Auxiliadora, creo que también cantó en alguna boda.

Muchos lloramos su ausencia, unas lágrimas que también se derraman en Benin, lugar donde iba a echar una mano, los niños de la calle saben de su labor y cercanía.

Y qué decir de cuando tocaba preparar para la comunidad educativa las comida de Navidad y de final de curso, la preparación era lo mejor, risas y mucho trabajo, se ponía a las ordenes de Echeve la que vais a liar los dos en el cielo- Entre risas los platos iban saliendo y el departamento de mecánica convertía la cocina de la casa de Alzuza en la cocina digna de un restaurante de tres estrellas Michelin.

Un trabajador incansable, el bueno de Josean, siempre dispuesto a arrimar el hombro.

Hombre familiar, supiste ser, cosa que nos es fácil, hijo, esposo, padre, abuelo -cómo presumías de nietos-, la última vez que te vi ibas paseando con tu madre, hablamos un poco y nos pusimos al día.

Tendremos que acostumbrarnos a vivir sin tu presencia, pero los que hemos tenido el honor de compartir momentos contigo siempre te llevaremos en el corazón. Nos has dejado una huella profunda, tanto que ni el viento ni la lluvia la podrán borrar.

 

Alberto López Escuer

Comentarios

Entradas populares de este blog

QUIERO HECHOS, NO PALABRAS. SI QUIERO PALABRAS, ME LEO UN LIBRO

SARA MORTENSEN, O EL TRABAJO BIEN HECHO