JUAN

 

Es un profesor que conozco hace años, tranquilo y entregado a los jóvenes, preocupado por su educación y lleno de ideas creativas que favorezcan la misma. Hace que lo difícil parezca sencillo, habla con mucho entusiasmo de sus alumnos y de las clases que da, vive la educación con una vocación a la que ha sido llamado, sin ningún tipo de dudas.

Juan siempre ve el lado positivo de las cosas y trabaja con la sonrisa puesta, pese a los momentos de dificultad que se viven en el mundo de la educación, que son muchos en el día a día de un colegio, pero Juan sabe tocar la tecla oportuna para que el joven saque lo mejor que tiene y sabe resolver los conflictos de una forma tranquila y sin estridencias.

Todos los días en el recreo lo puedes encontrar en el patio del colegio entre los jóvenes, pues junto a su familia, los jóvenes son su vida, por ellos ha estudiado, por ellos trabaja y por y para ellos vive. Da gusto oír cómo habla de sus hijos, yo le digo que para su cumpleaños o para Reyes le voy a comprar un babero y se ríe de una forma contagiosa cuando le digo esto.

Tiene una gran capacidad de trabajo y siempre está dispuesto a ayudar a sus compañeros, lo hace desde la sencillez y sin darse ninguna importancia. Probablemente cuando lea este artículo se ponga un poco colorado.

Es una persona comprometida con la sociedad, más de un verano ha viajado con otros voluntarios a un país africano para ayudar a iniciar una escuela de Formación Profesional, ahora esa escuela es una realidad que acoge a muchos jóvenes que estudian para labrarse un futuro mejor.

Es cercano y amigo de sus amigos siempre está ahí cuando se le necesita, tiene la palabra oportuna en el momento adecuado y te insufla ánimo cuando lo necesitas.

Muchos profesores son como Juan y escribiendo sobre él lo hago por todos aquellos que viven la educación como vocación y se desviven en la labor diaria en sus centros y creen en las posibilidades del joven por muy desestructurados que estén y apuestan por ellos. Unos educadores llenos de ilusión, preparación y que con años de experiencia siguen con la misma ilusión y energía que el primer día afrontando las dificultades de forma positiva aunque a veces sea difícil.

Alberto López Escuer