SABINA SE QUITO SU BOMBIN
El 30 de noviembre Joaquín Sabina toco sus últimos acordes sobre un escenario, en este caso en el Movistar Arena de Madrid donde años atrás sufrió una caída que le obligo a dejar de actuar durante un tiempo, se retira un maestro, sus canciones nos han acompañado toda nuestra vida y lo seguirán haciendo. Ya no disfrutaremos de sus conciertos, he acudido a varios de sus conciertos aunque al ultimo que fui en el Navarra Arena a Sabina se le notaban los años o tal vez los excesos que han sido muchos. Aunque en los últimos años según el se ha cuidado, no le ha quedado mas remedio pues la salud le ha dado mas de un susto
Desde ese bar llamado “La Mandrágora” situado en la Cava Baja de Madrid donde actuaba en minúsculo sótano junto con Javier Krahe y Alberto Pérez han pasado cincuenta años componiendo y haciendo buenas canciones algunas de ellas como “Pongamos que hablo de Madrid” una canción que se ha convertido en un himno, “Pisa el acelerador”, “Zumo de neón”, “19 días y 500 noches”, “Oiga doctor”, “Princesa”,”Pacto entre caballeros”, “Juana la loca”… Y muchas mas que todos alguna vez hemos tarareado o cantado.
Paso de actuar para unas pocas personas como cuando se auto exilio a Londres a llenar estados y pabellones
Como lo definió Luis Eduardo Aute otro imprescindible de nuestra música y amigo del de Úbeda en su canción “Pongamos que hablo de Joaquín”. En un concierto junto a Viceversa que contó con colaboraciones como las de Javier Gurruchaga, Javier Krahe – cuya canción se quito cuando el concierto se emitió en televisión porque era una critica al presidente del gobierno que en esa época era Felipe González. Luis Eduardo Aute se notaba que conocía muy bien a Joaquín Sabina
Degenerado
y mujeriego
Con
cierto aire de faquir,
Anda
arrastrando su esqueleto
Por
las entrañas de Madrid.
Aunque
andaluz de fin de siglo
Universal,
quiero decir,
No
sé qué tiene de rabino
Cuando
lo miro de perfil.
Amigo
de causas perdidas
Desde
aquel mayo de París,
No
tiene más filosofía
Que
el "vive a tope hasta morir".
Medio
profeta, medio quinqui,
El
lumpen es su pedigrí
Un
tinto y una buena titi
Le
bastan para resistir.
Tirando
a zurdo en sus ideas
Por
donde Escora Bakunín
Dice
que abajo las banderas
Y
arriba la lluvia de abril.
El
perdedor es su universo
Aunque
pretende ser feliz.
Y
aún hay quien dice que está cuerdo.
Pongamos
que hablo de Joaquín.
Los perdedores eran su motivo para escribir, como “Que demasiao” dedicada a un delincuente común conocido como “El Jaro”.
Sabina ha marcado una época, algunos comenzamos a escucharle cuando eramos muy jóvenes y ya peinamos canas o tenemos la frente muy despejada.
Disfruto escuchando sus canciones, tanto las primeras como las ultimas, tienen un sello muy especial, una impronta canalla como su autor. Una de las actuaciones que vi en directo y que me entusiasmo fue la que hizo junto con Joan Manuel Serrat “Dos pájaros de un tiro” un derroche de talento sobre un escenario
El 30 de noviembre Joaquín Sabina se quito el bombin y dijo adiós o tal vez hasta luego o como dice una de sus canciones
Y
digo adiós, adiós, adiós,
cierro la maleta y pido
un
taxi para la estación.
Alberto López Escuer



Comentarios
Publicar un comentario