ESTOS DÍAS AZULES Y ESTE SOL DE LA INFANCIA
Este fue el último verso que
escribió Antonio Machado, en Collioure-Francia- murió en su gris exilio. Este
verso se le encontró en el bolsillo de su chaqueta. Había cruzado la frontera
para huir de la guerra, para evitar la suerte que habían corrido Lorca o Miguel
Hernández.
No me quiero imaginar la
tristeza que invadía a Machado en sus últimos años de vida. Una soledad
infinita y unos días que seguro se tornaron oscuros y tristes, no voy a
detenerme en tratar de desentrañar el significado de este último verso de este
poeta universal que murió lejos del hogar. Qué duro debe ser eso. O como dice
Joan Manuel Serrat en una adaptación de uno de los poemas de Antonio Machado
Murió el poeta lejos del
hogar
Le cubre el polvo de un país
vecino
Al alejarse le vieron llorar
Caminante no hay camino
Se hace camino al andar
El azul dio paso al gris y
la infancia a una madurez que le trajo una guerra, como decía mi madre una guerra
entre hermanos que nos dividió. Seguro que eso afectó muchísimo a un alma
sensible como la de Machado, dicen que murió de una afección pulmonar, tal vez
fuera la tristeza que psicosomatizó en ese órgano.
En Colliure sigue enterrado,
muchos van a su tumba en peregrinación. Ese poeta marcó una época, una de las
dos Españas le heló su corazón hasta pararlo.
Cuántos días azules vivió y
cuántos amaneceres con un sol precioso pudo contemplar en su infancia, todo
quedó atrás, todo se tornó gris, la parca le llamó lejos de su patria.
Alberto López Escuer
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