"Irene Arcos, la esencia de la buena interpretación"
Ver interpretar a Irene Arcos es sumergirte en la
verdad sobre el escenario. Disfrutar de una actriz con mucho presente y con un
futuro más que prometedor. Una actriz de rompe y rasga, de las que no abundan. La última vez
que la vi fue interpretando a Antígona, todo
un despliegue interpretativo que me recordó porqué me apasiona tanto el teatro. Ver a actrices como Irene, es volver a la esencia
del teatro, a los orígenes del mismo
donde la sola presencia del actor, en este caso actriz, bastaba para captar la
atención del espectador gracias a su calidad
interpretativa.
La vi en el Teatro Kamikaze de Madrid, en el montaje
Traiciona dirigido por Israel Elejalde. Acompañaban a Irene Arcos Miki Esparbe y Raul Arévalo, también brilló de una manera especial.
El cine y la televisión: Hispania, la leyenda, El embarcadero, La Valla, Todos mienten… entre otras- también saben del buen hacer de esta madrileña. Sabe elegir
sus papeles, de eso no cabe duda.
Una carrera llena de buenos proyectos donde se ve a
Irene Arcos dando lo mejor de ella, en cada uno de sus personajes.
Contar con ella es apostar sobre seguro, en las
escenas que intervine la calidad interpretativa sube enteros, brilla con luz
propia pero no eclipsa a los demás, eso es
realmente bello.
He disfrutado, disfruto y seguro que seguiré disfrutando de cada una de sus interpretaciones.
Irene Arcos está llamada a convertirse en una de las grandes de nuestra escena.
Harían bien los que empiezan en el mundo de la interpretación en fijarse en ella, aprenderán mucho y bueno de lo que es ser actriz.
Alberto López Escuer
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