ITZIAR GONZÁLEZ: “FALTAN PERIODISTAS IMPARCIALES QUE DIGAN LA VERDAD, CUESTE LO QUE CUESTE”

 

Itziar González, es una periodista que trabaja en el semanario “La Verdad” revista de la Diócesis de Pamplona-Tudela, una mujer con las ideas muy claras, valores muy solídos y todo ello lo transmite en esta entrevista para “Viendo la vida pasar”.

¿Cuándo tuviste claro que querías ser periodista?

Ser periodista nunca fue una idea que tuviera en la cabeza. Lo mío no es muy vocacional. Cuando llegó la hora de elegir una carrera terminé eligiendo Comunicación Audiovisual porque me gustaba mucho la radio, pero barajaba otras opciones como Odontología.

¿Quiénes han sido tus referentes?

Mis padres. No podría haber tenido unos padres mejores. De ellos aprendí la honestidad, el compromiso, la tolerancia, el respeto... Soy lo que soy gracias a ellos y no hay día en el que no le dé gracias a Dios por los padres que me dio. Con ellos me tocó la lotería. He tenido una suerte tremenda. Solo espero poder parecerme un poco a ellos a la hora de educar a mis hijos.

Según tu opinión, ¿Qué cualidades debe tener una persona que se quiera dedicar al periodismo?

Creo que para ser un buen periodista hay que tener un don innato para comunicar. Y eso no se aprende. O se tiene o no se tiene.

También me parece fundamental que la persona que se dedique a este medio quiera buscar la verdad. Qué se pregunte los porqués de las cosas y sobre todo, que lea. Que lea mucho, que abra su mente, que sea una persona muy despierta, con inquietudes por saber y conocer.

¿Cómo te definirías como persona?

Soy una persona muy normal. Bastante vergonzosa y tímida, hasta que conozco a las personas y cojo confianza. Soy muy casera y familiar, me encantan los animales, cocinar y comer. Me gusta mucho viajar y disfrutar con la lectura de un buen libro.

Cuéntanos ¿Como es un día en tu vida?

Mi día a día es como el de cualquier madre de familia trabajadora: una auténtica vorágine. Madrugo bastante, pero aun así las horas del día se me quedan cortas. Con los niños, el trabajo, la compra, la casa… se te pasa el día volando, y eso que tengo la ayuda de mi marido. Llegas al final del día tan cansada que solo piensas en meterte a la cama y dormir.

¿Qué opinión te merece el periodismo actual?

Tengo que reconocer que me ha desilusionado mucho. Creo que hay muy pocos periodistas buenos. Hay muy pocos periodistas que busquen la verdad y que sean libres para informar. Eso me da pena porque creo que hace mucho daño. Según el medio leas, veas o escuches te cuentan una misma información de forma muy diferentes y eso no es buscar e informar de la verdad. Faltan periodistas imparciales que digan la verdad, cueste lo que cueste.

¿Cómo elegís los temas que van a ir en el semanario “La Verdad”?

Los martes nos reunimos los redactores con el director y vemos que temas hay de actualidad en la Iglesia. A partir de ahí elegimos el tema que será portada. Intentamos cubrir todas las noticias del ámbito diocesano, para que todos los pueblos y ciudades se vean reflejados.

¿Recuerdas una noticia que te haya impactado?

Aunque no sean noticias que ocupen portada de periódicos, me impactan mucho todas las informaciones que llegan de cristianos asesinados por su fe. Familias enteras asesinadas, de las peores formas posible, después de haber violado a mujeres y niñas, por el mero hecho de creer en Dios, es algo que me impacta porque no puedo entenderlo. Pero esas noticias nunca aparecen en los medios y si lo hacen ocupan cuatro líneas.

No puedo quitarme de la cabeza las imágenes de las atrocidades que el Estado Islámico llevó a cabo con los cristianos durante la guerra en 2014. Me impactó muchísimo.

¿Qué te hace sonreír?

Muchísimas cosas. Pero, sin duda alguna, los que más me hacen sonreír son mis hijos. Mi hijo pequeño me cuenta unas historietas con las que siempre me saca una sonrisa. Pero sonrío mucho: contando anécdotas con las amigas, recordando cosas con mi marido, en el trabajo. Creo que esta vida, pese a todo, es maravillosa y siempre hay que sonreír.

¿Con qué sueñas Itziar?

Sueño con un mundo en paz, sin guerras, sin gente que sufra, sin enfermedades, sin hambre, sin pobreza, con un mundo que conozca el amor de Dios. Por soñar que no quede, je,je,je.

A nivel personal sueño con ver crecer a mis hijos sanos y felices. Sueño con que mis hijos sean buenas personas y lleguen al cielo.

Entrevista: Alberto López Escuer