JUANJO BONILLA: “ME ALEGRA MUCHO CUANDO VEO QUE MIS ALUMNOS EVOLUCIONAN DURANTE EL CURSO”

Juanjo Bonilla es un profesor de Salesianos-Pamplona, un docente vocacional y es Doctor Ingeniero Industrial, una vida de esfuerzo, con el horizonte de la dedicación a la docencia. Hombre familiar, cercano y preocupado por sus alumnos

• ¿Cuándo tuviste claro que querías dedicarte a la docencia?

Pues no es fácil saber cuándo lo decidí. Fue poco a poco, creo. Ya cuando estudiaba FP me gustaba trabajar en equipo con mis compañeros y nos explicábamos lo que no entendíamos en clase. Después, ya estudiando Ingeniería me pidieron dar clases particulares en verano y algún verano estuve bastante atareado. El momento más gratificante era cuando los alumnos y las familias te lo agradecían después de que sus hijos recuperaban las asignaturas pendientes.

Años más tarde, al terminar la carrera decidí ir a Inglaterra a mejorar mi nivel de inglés y estuve durante un curso trabajando como profesor allí. Fue un año intenso en el que aprendí y disfruté mucho y empecé a coger experiencia impartiendo clases a grupos numerosos. Después de mi experiencia inglesa volví a Pamplona para buscar trabajo y me encontré con la posibilidad trabajar como profesor ayudante en la Universidad Pública de Navarra. Durante cuatro años compaginé mi labor de profesor, impartiendo sobre todo clases prácticas, con la realización de los cursos de doctorado y la Tesis doctoral. Durante este periodo de 4 años, aunque estaba a gusto trabajando e investigando en la Universidad, no acababa de encontrar del todo mi vocación real.

Todo cambió cuando me ofrecieron en Salesianos Pamplona coordinar un proyecto europeo, dejé la universidad y me puse manos a la obra. Fue un verdadero reto porque no lo había hecho nunca y requería, sobre todo tener habilidades de gestión y habilidades comunicativas en inglés para trabajar con equipos de otros países de Europa. Tras dos años de intenso trabajo en el proyecto europeo, este terminó y me ofrecieron quedarme como profesor de forma ya permanente en el colegio. Entonces me di cuenta de que dar clases y el contacto con los alumnos era lo que más me gustaba.

He tenido ocasión de trabajar esporádicamente en otros entornos como en una oficina técnica o en una asesoría industrial de innovación, pero no era lo mismo.

Desde el 2001 he conseguido compaginar mi trabajo principal en el colegio Salesianos como profesor y jefe del Dpto. de Ciencias y Tecnología con un puesto de profesor asociado en la Universidad Pública de Navarra. De esta manera puedo estar en contacto con alumnos de muy diferentes edades y disfrutando mucho de mi trabajo.

• Eres doctor ¿En qué especialidad?

La especialidad es la de Doctor Ingeniero Industrial. Como he comentado antes, durante cuatro años realicé los cursos de doctorado y la Tesis doctoral en la Universidad Pública de Navarra, concretamente en el departamento de Ingeniería. La Tesis estuvo relacionada con una investigación que desarrollaba un sistema de aprovechamiento energético de cogeneración novedoso combinado con una optimización para minimizar su impacto medioambiental. Terminé la tesis en el 1996 pero ya veis que se trata de un tema muy actual, el aprovechamiento de la energía y el cuidado del medio ambiente.

• ¿Qué te animo a comenzar la tesis doctoral?

Lo cierto es que al volver de Inglaterra mi idea era trabajar en una empresa, pero me surgió la opción de la Universidad y no lo dudé. Y una vez que entras como profesor ayudante lo normal para hacer carrera en la universidad es hacer el Doctorado e hice los dos cursos de doctorado en mis primeros dos años y en los otros dos redacté la Tesis.

• ¿Cuáles son los pasos que hay que dar?

Si quieres ser doctor, tras terminar un grado hay que cursar un Master y una vez terminado este lo primero que hay que superar son los cursos de doctorado, obtener la suficiencia investigadora y después encontrar un tema que te guste para investigar y tener un buen director de Tesis. Yo tuve suerte porque me dirigió un profesor con mucho prestigio de la UPV (Universidad del País Vasco) que, como tenía familia en Pamplona venia muy a menudo y podíamos reunirnos para desarrollar toda la investigación necesaria que daba soporte a la Tesis.

• ¿En cuantos años se puede ser doctor?

El número de años puede variar bastante de un caso a otro, pero yo creo que mínimo 4 años, 2 para los cursos y mínimo otros 2 para poder desarrollar la investigación y redactar la Tesis.

• ¿Qué te aporta un doctorado?

Pues la verdad es que resulta un proceso muy interesante en el que aprendes a aplicar el método de investigación y aunque en algunos casos los resultados no salen como esperas el mismo método te ayuda a reconducir tu camino para mejorar los resultados o para cambiar las hipótesis iniciales. Además, en mi caso en el que la Tesis doctoral es en el campo de la Ingeniería aplicada, el haberme enfrentado a redactar una Tesis me ha ayudado a llevar la resolución de problemas, que todo ingeniero debe afrontar, a otro nivel.

• ¿Como ves a los universitarios de ahora con respecto a los de tu generación?

Pues la verdad es que los veo bien. Sé que hay profesores que se quejan de que vienen con menos nivel que antes, pero creo que también nosotros tenemos que adaptarnos y dar nuestra mejor versión, para que lo que queremos transmitirles les llegue y les ayude a mejorar como estudiantes y sobre todo como personas.

• ¿Qué te hace sonreír?

Pues muchas cosas, soy de sonrisa fácil. Disfruto mucho con mi familia, mis amigos y mis compañeros de trabajo. Me gusta hacer deporte con los amigos, disfruto de la naturaleza dando un paseo o yendo al monte. Y en cuanto a mi labor como docente, me alegra mucho cuando veo que mis alumnos evolucionan durante el curso, que aprenden, maduran y sobre todo cuando algunos lo agradecen, aunque no lo expresen de palabra o lo hagan años más tarde.

• ¿Con que sueñas Juanjo?

Ahora mismo es difícil decidirme por un sueño concreto, pero hay muchas cosas que me hacen ilusión como viajar en familia, compartir buenos momentos con los amigos, comiendo, haciendo deporte o incluso yendo al monte, aunque lo que más me llena es ver crecer a mis hijos. Sueño que son felices, que en el futuro formarán su propia familia y que seguiremos reuniéndonos para disfrutar todos juntos.

Entrevista: Alberto López Escuer