OSASUNA, UN SENTIMIENTO

 

Llevo más de treinta años viviendo en Pamplona, he visto varias veces jugar a Osasuna, al principio lo veía como algo ajeno a mí, pero poco a poco el equipo rojillo me fue ganando el corazón hasta convertirme en un rojillo más. Estoy muy de acuerdo con las palabras del jugador Totti que decía:

"Si apoyas a los clubes grandes del país, antes que al equipo de tu ciudad, no te gusta el verdadero fútbol, te gusta ganar".

Con Osasuna títulos no ganarás, igual algún disgusto que otro, pero es precisamente eso que hace al club navarro un club especial.

Yo tengo antecedentes de osasunismo en mi familia, mi hermano mayor lo es, también me han inoculado el amor por el equipo rojo mis dos amigas Begoña y Marta que son más de Osasuna que el escudo.

Es más que un club, es un modo de vida es un sentimiento difícil de expresar.

Posiblemente la afición de Osasuna es la mejor de España, no quiero decir, aunque lo pienso, que es la mejor del mundo, pues el mundo es muy grande.

Las victorias se celebran por todo lo alto y victoria me refiero a, por ejemplo, llegar a una final de la Copa del Rey, en los últimos veinte años se han llegado a dos, ninguna se ganó, pero la afición lo celebró como si se hubiera alzado con el trofeo.

Mantenernos en Primera División es un objetivo prioritario, si se consigue, el éxito es total, si alguna temporada nos clasificamos para alguna competición europea eso ya es tocar el cielo con la mano.

Sencillamente ser de Osasuna no te asegura ganar grandes competiciones, eso se queda paro los que fichan a golpe de talonario, lo nuestro es otra cosa, difícil de explicar pues se trata de un sentimiento y lo sentimientos son complicados de plasmar en unas pocas líneas. Sería como meter el mar en una pequeño agujero- me he dado cuenta que ser de Osasuna también te aproxima a la trascendencia en las comparaciones, que no es cosa pequeña-

Cada temporada es un reto, competimos contra equipos que tienen unos presupuestos estratosféricos, pero “Osasuna nunca se rinde”, como dice el grito de guerra de la afición y algún disgusto le hemos dado a esos equipos denominados grandes.

Recuerdo una vez que Osasuna perdía contra el Madrid 0-5 y Cristiano Ronaldo, no podía ser otro, al meter un gol hizo un gesto provocador hacia el público, la afición lejos de insultarlo comenzó a animar a Osasuna sin descanso de una manera espectacular y emocionante. Como he dicho más arriba es un sentimiento muy profundo ser del equipo rojillo. ¡Aupa Osasuna!

Alberto López Escuer