FIN DE SEMANA DE TEATRO, ENCUENTRO Y AMISTAD
El fin de semana del 30 de noviembre y 1 de diciembre fue muy especial para el Grupo de Teatro del Valle de Ezcabarte. Fue la última representación de “Yerma”, de Federico García Lorca. Se aprovechó esta circunstancia para invitar a las actrices Cristina Perales, Merche Heredia y Carmen Lorenzo, para que mantuvieran un encuentro en primer lugar con las actrices del grupo y posteriormente con el público asistente a la representación.
Fue una tarde maravillosa, donde el grupo dio lo mejor de sí mismo. Pudieron preguntar a las tres actrices todo lo referente a su profesión, también fue un momento para la amistad y el ambiente familiar que se respira entre un equipo que ama el teatro y disfruta de la compañía de personas que tienen las mismas inquietudes.
Los meses de ensayos dan sus frutos y lo máximo que puede pasar sobre el escenario es que se puedan equivocar, esto no debe marcar el devenir de su amor al teatro.
El teatro que se hace en el Valle de Ezcabarte tiene un ADN muy marcado, es el del teatro educativo, donde se disfruta y se acepta al diferente, donde el casting consiste en decir que todas merecen una oportunidad de subir a un escenario sin complejos, ni temores.
El encuentro con Cristina, Merche y Carmen fue maravilloso, fueron cercanas, amables y pusieron a disposición su experiencia -que es mucha- para dar respuesta a las preguntas e inquietudes de las actrices, que eran como esponjas, absorbían cada palabra que decían.
Por Arre han pasado en estos cinco años de vida del grupo de teatro actores y actrices como Jaime Pujol, Alazne Etxeberria, María Pizarro, Mapi Sagaseta, Alberto Vázquez, Dani Freire… Entre otros, son momentos, como el vivido este pasado fin de semana, de formación, de acercar grandes intérpretes a un grupo que es todo ilusión. Cuando se apuesta por la cultura, como se hace en el Valle de Ezcabarte, se propician momentos como estos, donde la cultura, el encuentro y la amistad por parte de los miembros del grupo y los invitados crea escuela.
Una sala se convierte para nosotros en el teatro de los sueños. Nunca caminamos solos, el público es nuestro aliento, sin ellos nada tendría sentido. El trabajo semanal tiene reflejo en cada una de las actuaciones. Los encuentros son momentos formativos preciosos que nos ayudan a seguir adelante, todo ello en un ambiente de familia y amistad.
Alberto López Escuer
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