CARICIAS AL ALMA

 

Esta expresión se la oí por primera vez a una persona en un cafetería y se la compré, pues me pareció preciosa, llena de sutileza y sensibilidad tan necesaria en estos tiempos. Profundo término que me aportó una visión muy positiva de la vida, que me hizo pensar. Cuántas veces hablamos de heridas, cicatrices o términos parecidos cuando nos referimos al alma. Pero también hay sitio para las caricias, esas situaciones que te reconcilian con la vida, con el ser humano y con lo que hay a tu alrededor que a veces no es todo lo positivo que desearíamos. Le dan color a tu vida llenándola de luz.

Quizá no sean grandes instantes sino gestos o acciones sencillas que te llegan muy adentro de tu alma y sientes algo parecido a una caricia dedicada a ti.

Esas caricias al alma nos ayudan a ver la vida de otra manera, más positiva llenando de esperanza ese instante. Pueden llegarnos de muchas maneras: esa sonrisa de la persona que queremos, una palabra oportuna, un gesto que transmite amor, un acontecimiento que transmite valores y del cual somos testigos, viendo un cuadro o una película que nos guste, leyendo un libro, escuchando una canción que no es sólo tu canción sino que es nuestra canción. Muchas son las situaciones y los momentos que llenan nuestra alma de caricias, momentos únicos, regalos que la vida nos da y no sabemos cuándo pueden llegar, eso es lo bonito que nos sorprenden, que no los esperamos eso los convierten en más bellos. Estoy escribiendo esto en el silencio de la noche al final del día y repasando la jornada ha habido situaciones y momentos que me han acariciado el alma los cuales agradezco pues me animan a seguir adelante y a procurar proporcionar a los demás, no heridas, sino caricias a su alma.

 

Alberto López Escuer