LA SONRISA DE MATIU

 

Es una sonrisa preciosa que dibuja su belleza serena. Mujer de hoy, madre, trabajadora, culta y lectora voraz, con voz dulce y un temperamento  en ocasiones germánico, cuando se lo digo se lo toma con mucho humor. Madrileña y orgullosa que está de ello. Conversar con ella es aprender siempre algo nuevo, siempre que tenemos ocasión nos vemos y charlamos. Literatura, cine, teatro, la vida… son nuestros temas preferidos, pasamos mucho tiempo charlando. Matiu es una persona que te reconcilia con la vida, que te hace ver el lado azul de la misma, que te hace tener motivos para considerar que la vida es bella.

Hay un cantante que nos gusta a los dos, y no es otro que Manolo García, de vez cuando tarareamos juntos alguna de sus canciones.

Cuando nuestras agendas nos lo permiten nos dedicamos un ratito, como dice Serrat. Son esas pequeñas cosas, o mejor dicho, esos pequeños momentos que tanta falta hacen en una vida tan acelerada como la que llevamos ahora. El tiempo parece pararse cuando estás en su presencia, la tranquilidad se apodera del espacio donde estamos, es un oasis de paz. Claro que también tiene su genio, faltaba más, ella es del Real Madrid y yo si me dan a elegir, me quedo con el Barça, claro que por encima está Osasuna, pero bueno, todo se soluciona con evitar hablar del tema, pero he deciros queridos lectores que nunca llega la sangre al río, hay más cosas que nos unen que las que nos separan. Eso es lo maravilloso, que no buscamos la discrepancia sino la conversación tranquila. Uno de nuestros lugares preferidos es el Parque de “El Retiro”, mientras pasemos, charlamos, reímos y alguna vez hasta hemos llorado, es un lugar donde nos encanta encontrarnos. Puede tardar mucho tiempo, pero cuando nos volvemos a ver, parece que no ha pasado el tiempo. Eso es lo maravilloso de la amistad.

Cuando la miro veo a una mujer de rompe y rasga, ama la vida, a su hija, su pequeña Aitana, se le iluminan los ojos cuando habla de ella. Le suelo decir que la siguiente vez que nos veamos le compraré un babero para ella, madre orgullosa y ella me dice ¡Como para no estarlo! Y tiene toda la razón, es una niña que tiene mucho de la madre.

No hace mucho escribí sobre Julia, también sobre Víctor- ese amigo bombero, ex jugador de fútbol y un hombre honesto como no he conocido. Pequeños tesoros de personas, que una vez de una forma u otra, se cruzaron en mi vida y agradezco que lo hayan hecho. Matiu es una de ellas. Su presencia en mi vida ha resultado ser un regalo que me ha dado la vida.

Puedes tener un día difícil, que todo queda en un segundo plano cuando Matiu te regala una de sus sonrisas. Sencillamente es maravilloso, seguro que cuando lea esto se ruborizará, pero creo que vale la pena destacar a personas como Matiu, mujer de hoy con una sonrisa infinita.

 

Alberto López Escuer