¿Y si probáramos a respetarnos?
Últimamente los ánimos están muy crispados, bueno no tan últimamente. Parece que se buscan más motivos para pelear, discutir a cara de perro, que a vivir en concordia, que sería lo suyo.
Insultos, descalificaciones y reírse del otro, que no con el otro, están a la orden del día. Que si hay que felicitar las fiestas y no la Navidad, que si una es gorda, flaca o alta, que si uno es guapo o feo, que si tiene cara de no sé qué…
Unos sacan una estampa que enerva a unos cuantos millones de creyentes, cosa que se ha ido repitiendo con caras de jugadores, artistas...Y ahora con la cara de la vaquilla del Gran Prix. Que son ganas también de buscar pelea, la cuestión es pelear y pelear ¡Que agotamiento! Como decía el gran, y por mí admirado, Unamuno los Hunos y los Hotros son unos extremistas. Ni estoy de acuerdo con los que se meten con el físico de una persona, ni tampoco los que lo hacen con las creencias de un colectivo. Si uno quiere felicitar las fiestas, pues muy bien, pero si otro quiere desear una Feliz Navidad, pues también. Cada uno debería poderlo hacer como le plazca, siempre desde el respeto, y no creo que hacerlo de una manera u otra sea ofender a un coletivo. Eso sí, nadie debe imponer cómo se ha de felicitar, eso es harina de otro costal, la imposición no es el camino.
Hace unos años escribí un artículo parecido y veo que la cosa, lejos de mejorar, ha ido empeorando y parece no tener fin.
La crispación está instalada en la calle, en las instituciones, en la clase política… éstos son grandes responsables de la cuestión que nos ocupa.
Vuelvo a mentar a Miguel de Unamuno – que me gusta, no puedo disimularlo- que llegando tarde a una reunión dijo “No sé de qué se trata aquí, pero me opongo”.
Parece que tenemos que estar siempre cabreados entre nosotros, en lugar de buscar lo que nos une, buscamos lo que nos separa. Es agotador, de verdad. Esto me recuerda aquello que escribía Antonio Machado:
Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.
Siempre divididos y dándonos de golpes como en el cuadro de Goya “Duelo a garrotazos”.
¿Y si probáramos a respetarnos?
Alberto López Escuer
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