LA REINA DE LA BELLEZA DE LEENANE
FICHA ARTÍSTICA
REPARTO
María Galiana
Lucía Quintana
Javier Mora
Alberto Fraga
FICHA TÉCNICA
Autor: Martin McDonagh
Adaptación: Bernardo Sánchez
Dirección: Juan Echanove
Ayudante de dirección: Marco Magoa
Diseño de vestuario: Ana Garay
Diseño de escenografía: Ana Garay
Ayte. escenografía y vestuario: Isi Ponce
Diseño de iluminación: David Picazo
Compositor musical: Orestes Gas
Fotografía: Sergio Parra
Maquillaje y peluqueria: Chema Noc
SINOPSIS
Una casa encaramada en una colina del extrarradio de Leenane. En la región de Connemara, al Noroeste de Irlanda. A mediados de la década de los 90. Mag Folan y su hija Maureen conviven solas desde hace veinte años. Sus otras dos hijas casadas viven lejos de Leenane y Maureen, que permanece soltera con más de cuarenta años, tiene que encargarse de la alimentación y demás cuidados de su madre, muy limitada de movimientos, incluso malherida en una mano.
Sus caracteres respectivos, viciados por silencios y mentiras, y marcados por las rutinas domésticas, por una relación maternofilial tensa y represiva, por actos traumáticos del pasado cercano y por un historial de daños recíprocos que se irán desvelando a lo largo de la acción, se verán alterados por un episodio local: el regreso eventual a Leenane de Pato Dooley, que trabaja de obrero en Londres, con motivo de una fiesta de despedida familiar a un tío que retorna a América después de las vacaciones.
CRÍTICA
Estamos ante una obra mayúscula, profunda, claustrofóbica y genial en todos los sentidos. Se encuentran sobre el escenario dos grandes de la interpretación como son María Galiana y Lucía Quintana, dos actrices con una trayectoria impecable, que en esta obra se juntan para dar lo mejor de sí mismas, se diluyen en sus respectivos personajes hasta desaparecer.
Ellas llevan el peso de la trama, una trama que es una montaña rusa de sentimientos, de situaciones que llevan al limite a los personajes, alguno de ellos manipuladores llenos de maldad y con intención de hacer daño a su semejante aunque sean familiares, buscando la destrucción, buscando los puntos débiles de una manera inmisericorde.
Una escenografía cuidada que consigue esa atmósfera opresiva que cuenta la historia. No te deja indiferente ni mucho menos, con diálogos desgarradores que son, en ocasiones, pura maldad sin tapujos.
Que Juan Echanove sea el director de este montaje es un actor dirigiendo a actrices y sabe mejor que nadie dónde incidir para conseguir el magnífico resultado que se obtiene.
Los actores Javier Mora y Alberto Fraga clavan sus actuaciones, cosa que no les debe resultar fácil estando ante la Galiana y la Quintana, son importantes en la trama pues son el detonante de que todo se precipite en una dirección.
Hay momentos desgarradores que son como una pinchazo en el corazón para el espectador.
El que ve la obra, o al menos ese fue mi caso, le gustaría que la acción fuera en una dirección, pero la realidad de la trama se impone y eso es lo bonito de esta obra. Sus intérpretes hacen que te sumerjas en la acción buscando opciones o posibles finales pero como en todas las obras el final está escrito, aunque nada es lo que realmente lo que parece.
Una obra magnífica, diría que una obra maestra con un guion genial y una puesta en escena sublime.
Actrices y actores que transmiten verdad en cada una de sus actuaciones, he de decir que la que me gana el corazón es Lucía Quintana, disfruto cada vez que la veo sobre un escenario o en una película, es una actriz total, en este montaje vuela muy alto, como el resto del elenco que hacen que esta obra sea inolvidable, que no te deja indiferente, no da descanso en ningún momento, y aunque la acción ocurre de una forma tranquila, hay mucha violencia en ella entre una madre y una hija con una relación enfermiza. Sencillamente una obra genial.
Alberto López Escuer
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