"14.4"
FICHA TÉCNICA
Dramaturgia: Juan Diego Botto, Sergio Peris-Mencheta y Ahmed Younoussi
Dirección: Sergio Peris-Mencheta
Reparto: Ahmed Younoussi
Diseño de espacio escénico: Alessio Meloni (AAPEE)
Diseño de iluminación: Javier Ruiz de Alegría (AAPEE)
Diseño de vestuario: Elda Noriega (AAPEE)
Diseño de videoescena: Ezequiel Romero
SINOPSIS
«14.4»
pretende
explorar, desde un lenguaje descarnadamente realista y a la vez
indisimuladamente lírico
y poético,
el viaje que separa dos mundos que viven a tan solo 14.4 kilómetros
de distancia.
Seguiremos
la historia de Ahmed, un niño que escapa del maltrato familiar para
habitar las calles de Tánger.
Allí,
en las calles de la ciudad portuaria, llegarán
aventuras, sueños y desventuras y una obsesión
que lo recorre todo…
cruzar
a España. Una España que es vista como el paraíso
en la tierra, el final del camino, la Ítaca
con la que sueña todo viajero.
Ahmed
consigue cruzar con 9 años a la península
escondido en los bajos de un camión.
Y aquí,
en la tierra prometida llegará
otra
odisea que se aleja de lo soñado, pero que no está
exenta
de sentido del humor, aventuras, redes de solidaridad y finales
inesperados.
–Juan Diego Botto-
CRÍTICA
Un distancia que para muchos puede parecer corta, separa dos continentes, pero hay notables diferencias que pueden marcar la diferencia entre vivir y morir.
La historia de Ahmed Younoussi es desgarradora, dura y llena de espinas. Una interpretación soberbia que nos lleva a lugares recónditos de África, donde él nació. No tuvo una vida fácil y con nueve años de edad vivió experiencias que muchos no viviremos en nuestra vida ni nos aproximaremos a ella.
Muerte, violencia de todo tipo, padres que le daban de todo menos amor, fueron forjando la personalidad de este actor, que sobre el escenario, con una escenografía muy cuidada y vanguardista va desgranando su vida, interactúa con el público haciéndoles participes de una forma activa de sus andanzas.
Un lenguaje visual acompaña al verbal, con técnicas arriesgadas que si salen mal pueden ser un desastre pero como es el caso todo funciona a la perfección, pues hay un gran equipo detrás dirigido por Sergio Peris-Mencheta. Un montaje que entra por todos los sentidos, que sumerge al espectador en un drama de una persona que es el drama de miles muertes silenciosas que convierten el mar Mediterráneo en un cementerio.
También se nos cuenta cómo Europa esquilma, sin ningún pudor, a los países africanos llenando sus bolsillos de dinero a base de hundir en la miseria y en la explotación a los habitantes de esos pueblos africanos. Lo hacen sin el menor atisbo de mala conciencia, porque igual no tienes conciencia.
Un montaje teatral que no deja indiferente, presentándote una realidad que, por mucho que se sepa, oída por uno de sus protagonistas impacta y enfada que aún haya personas que se tengan que sentir extranjeras en otro país. Después de las penurias que han tenido que pasar, otros no han tenido esa suerte y yacen en el fondo del mar. El mar Mediterráneo, por desgracia, se ha convertido en un cementerio de personas y de sueños no cumplidos.
Ahmed Younouss nos brinda una gran interpretación que sabe llegar al espectador. Hay momentos para todo, para el dolor, para la rabia, pero también para el humor. Younouss pasa de un estado a otro con total maestría. No cabe duda que es un gran actor, que sabe dominar el tempo de la escena como ninguno.
La dirección de Peris-Mencheta – del cual soy un gran admirador- es impecable sabiendo lo que quiere comunicar de una manera clara y nítida, no solo lo tiene claro sino cuándo y cómo hacerlo.
Una obra que desde luego no te deja indiferente, no te permite mirar a otro lado y que agita nuestras conciencias, que falta nos hace.
Alberto López Escuer
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