jueves, 3 de septiembre de 2020

MOMENTOS DE PURA VIDA EN HUESCA

 



 

Hoy tecleo desde la nostalgia. No tengo un motivo especial para hacerlo pero ante el folio en blanco se me han amontonado los recuerdos de mi infancia y juventud en Huesca. Ese río Isuela que era testigo de nuestros juegos, la de abordajes que hicimos creyéndonos piratas -todavía Jack Sparrow no estaba de moda faltaban muchos años para que lo estuviera- , alguna vez acabamos en el agua con la consiguiente bronca de nuestros padres cuando llegábamos a casa y nos veían mojados como pollos.

En el mismo río hacíamos festivales de la canción, emulábamos a los ídolos del momento -Los Pecos, Pedro Marín, Ivan... y tantos otros.

Cómo olvidar los partidos de fútbol que jugábamos en la acera de la calle Pedro Arnal Cavero, no creo que una final del mundial de futbol se viviera con más apasionamiento que aquellos encuentros en la cumbre.  

O aquel chocolate con churros en la Granja Anita, acompañado de mi madre y mi hermana. La moda ligt llegaría después -menos mal- disfrutaba muchísimo.

Las fiestas de San Lorenzo eran especiales, me hice de la Peña Zoiti, sus verbenas eran geniales, allí bailé mis primeros "agarraos" muerto de vergüenza, algún pisotón se llevaron mis parejas de baile, no era muy ducho bailando, bueno tampoco he mejorado mucho con el tiempo.

Tampoco se me olvida mis visitas al campo del Alcoraz a ver jugar al Huesca ¿Quien me iba a decir que con el paso del tiempo campo y equipo serían de Primera División?

Las visitas de mis primos de Zaragoza también eran un momento especial, nos reuníamos con mis primos y pasábamos un rato muy agradable.

Seguro que se me olvidan muchas cosas.Aahora voy muy poco por Huesca, cuando lo hago me doy cuenta que todo ha cambiado, el río Isuela ya no está igual que cuando yo era un niño, en la calle Pedro Arnal Cavero ya no hay niños jugando en la calle, estarán hablando por Instagram, wassap  o cualquier red social que esté de moda. Tampoco yo soy el mismo, ahora peino canas, tengo entradas y los años se me notan. Pero cuando recorro Huesca hay lugares que me hablan del niño y del joven que fui, me dejo llevar un poco por la nostalgia pero solo un poco y me veo con pantalones cortos y peinado a flequillo, curiosamente mi hija lleva un peinado parecido.

No soy de los que pienso que los tiempos pasados son mejores, más bien son anteriores, cada época tiene su encanto, la nuestra lo tuvo y la de ahora no va a ser menos.

En Huesca viví momentos de pura vida que me han forjado como persona. Recuerdos que forman parte de una época preciosa de mi vida.

 

Alberto López Escuer  

 

 

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