Uno ya se cansa de tanta
irresponsabilidad por parte de algunos respecto a las medidas para intentar
parar el virus COVID-19. Es agotador ver cómo se le echa la culpa al gobierno
de todo o casi todo - errores habrá cometido, seguro- pero algunos de los que
les critican no cumplen las normas, no respetan la distancia, organizan fiestas
donde las mascarillas brillan por su ausencia y no hay la más mínima medida de
protección.
Ya somos mayores y deberíamos
ser responsables. El virus ha demostrado ser devastador para tomárselo a broma.
El que suscribe está harto de listillos sabelotodoque siendo ellos los irresponsables
le echan la culpa a otro.
La mascarilla la llevan
que parece que respiran por el cuello, eso cuando la llevan. Se acercan más de
lo que está permitido, se abrazan, se besan -todo esto lo digo pues lo he visto
en televisión y también a mi alrededor. Una situación que es preocupante, de una
insensatez de dimensiones bíblicas pero parece no importarles, esta guerra no va
con ellos, eso sí, si alguien de su alrededor se contagia seguro que miran a
otro lado.
Cuando se les dice que no
están haciendo bien, te contestan de malas maneras o te insultan directamente.
Personas así son las responsables de que el virus se extienda, lejos de
pararlo. Por ellos estamos pagando justos por pecadores. ¡Ya está bien! He oído
en un informativo que una persona decía al preguntarle sobre las medidas que se
han aplicado en Madrid: "Como no entiendo este confinamiento no lo
cumplo", vaya irresponsabilidad y me muerdo la lengua pues me considero
una persona educada, como se dice en mi tierra "mátame camión y después
frena". Esa persona se quedó más ancha que larga y lo peor es que está
convencida de que actúa bien, sin pararse a pensar de las consecuencias que
tiene esa decisión. Vamos a ser serios, que ya somos mayores, deberíamos ser
responsables, y más en estos momentos. Aunque algunos
parece que no lo son.
Alberto López Escuer
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