Ocurrió
a las doce de la noche del pasado 9 de mayo con la
decaída
del estado de alarma. Algunas plazas y calles de
nuestro país
se llenaron de gente celebrando, bebiendo y bailando sin ningún tipo de
protección
contra el coronavirus. Las mascarillas estaban en todos los sitios menos
cubriendo la boca, que es donde deberían estar.
Sin ningún
tipo de distancia de seguridad, ¿para qué?... eso no va con ellos. Están por
encima de esas cosas, caiga quien caiga.
En mi vida, y ya tengo unos cuantos años, había visto tanto
idiota junto. Descerebrados que no distinguen entre la decaída del
estado de alarma y el fin de la pandemia. El virus
sigue entre nosotros y hay que protegerse de él.
Pero a estos idiotas no les importa nada ni nadie.
Idiotas irresponsables que,
cuando venga la quinta ola ya anunciada, echaran la culpa a otros. Si ellos se
contagian habrá sido una irresponsabilidad
por su parte y en el pecado llevan la penitencia. Si se contagian personas que
se han cuidado y han cumplido las normas que se nos han indicado para
protegernos del Covid-19 la cosa será más grave.
Daba vergüenza verlos. Algunos
decían
que estaban cansados de tanto confinamiento -¿y quién no?-, que hacían lo que
querían
porque ellos lo valían.
Enarbolaban otros la bandera de la libertad para hacer eso.
¿A eso llaman libertad? Eso
es papanatismo en estado puro. Una falta de responsabilidad mayúscula y
veremos qué consecuencias tiene.
¿Qué pensaran
los sanitarios de estos idiotas? Ellos que están al límite desde
hace más
de un año.
Jugándose
la vida por nosotros para atajar este virus que tanto daño nos ha hecho y nos
sigue haciendo. Estos idiotas tendrían
que salir a las ventanas no a aplaudirles, sino a pedirles perdón.
Es vergonzosa la actitud de estos idiotas, y pido
perdón
por utilizar este término,
pero uno se indigna al ver tanta irresponsabilidad. No era uno o dos, sino que
eran miles a lo largo y ancho de nuestra geografía.
Nunca
había
visto a tantos idiotas juntos, unos idiotas que con su actitud pueden hacer
mucho daño. Pero ellos habrán
celebrado, no se el qué, sin ningún
tipo de protección.
¡Con un par!
Alberto López Escuer
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