Hay un amigo mio que dice de otra persona que ambos conocemos, que divide a las personas entre “guapitos y feítos”, los “guapitos” son los que triunfan, los que tienen poder o los que están en la cresta de la ola. A ellas, este personaje, se acerca con frecuencia, está atenta a sus logros, les aplaude y es capaz de recorrer de Valparaíso a Pekín con tal de estar a su lado en su momento de gloria. Es servil con ellas, les ríe todas las gracias -aunque no tengan ni pizca de gracia-, les alaba en todo y a sus ojos no tienen ningún defecto. En cambio, los “feítos”, para esta persona, es todo lo contrario, los considera inferiores a él. No pierde un segundo con ellos, siempre encuentra un pero para lo que hacen, no los apoya en nada, ni les ríe las gracias, aunque realmente sean graciosos. En su institución siempre ha estado en puestos de mando, cuando acababa su mandato siempre se las ha apañado para seguir. Es una persona que a sus superiores simpre les dice lo que quieren oír.